La Fundación puertorriqueña SM anunció esta tarde que la escritora cubana Elena Beatriz Corujo Morales se alzó con el galardón del III Premio El Barco de Vapor Caribe 2022 por la obra La ventana de las palabras. Este concurso tiene como finalidad promover una literatura para niños, niñas y jóvenes que fomente el amor por la lectura, además de promover los valores humanos, sociales, culturales o religiosos que ayudan a construir un mundo digno.
De los 177 manuscritos presentados por escritores de varias naciones caribeñas solo cuatro resultaron finalistas: La ventana de las palabras, de la cubana Elena Beatriz Corujo Morales, obra ganadora; El camino de los peces, escrita por la cubana Malena Salazar Maciá; Braulio XP. Niños de la noche, de Eudris Planche Savón, igualmente escritor de la mayor de las Antillas; y A la buena, buena vida, de la puertorriqueña Gretchen López Ayala.
El jurado, con vasta experiencia en el mundo de la literatura, estuvo integrado por Dinah Kortright Roig (catedrática puertorriqueña especialista en Lengua y Literatura), Liliana Montenegro de Olloqui (doctora en Ciencias del Lenguaje, dominicana), José M. Fernández Pequeño (escritor cubano-dominicano), Mónica Volonteri (escritora y docente argentina), y Judy García Allende (profesora puertorriqueña, editora y coautora de textos escolares).
Entre los elementos destacados por el jurado —cuya decisión de otorgar el premio a La ventana de las palabras fue unánime― resalta el hecho de ser «un texto notable por la fuerza de su tono narrativo y el pulso con que sostiene una historia levantada desde conflictos auténticamente recreados en la voz de su narradora-protagonista, y gracias al uso certero de técnicas narrativas […] La recreación de la realidad y del habla coloquial es muy creativa y construye personajes poderosos de gran interés, al tiempo que nos enfrenta a situaciones sociales donde priman males tan devastadores como la exclusión social, la discriminación del diferente y los prejuicios de todo tipo frente a la enfermedad y a cualquier actitud que eluda la norma».
La ventana de las palabras narra la historia de una niña de 12 años, Davina, que vive humildemente en el pueblo de El Cano, en las afueras de La Habana, junto a su familia: un papá pintor alejado de la realidad por su padecimiento de esquizofrenia, una mamá excesivamente apegada a la religión y que descuida a su hija y una abuela siempre presente que se las ingenia para que no les falte el pan dentro de la precariedad en la que viven; una obra enmarcada en un entorno comunitario donde conviven diferentes tipos de personas, como ocurre en la vida real. Un giro inesperado al final de la obra marca un cambio positivo en la vida de la protagonista y en la de su familia.
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