La Habana: ciudad contada, del escritor, periodista e investigador, Ciro Bianchi Ross, Premio Nacional de Periodismo «José Martí», es el autor de esa joya de la narrativa cubana contemporánea, publicada por la Editorial Arte y Literatura, para evocar los 502 años de la fundación de la Ciudad Maravilla.
El prólogo —verdadera lección magistral, ¿cuándo no?— está a cargo del doctor Eusebio Leal Spengler (1942-2020), historiador de La Habana hasta su lamentable deceso, mientras que el libro incluye 32 textos, salidos de la inteligencia y la sensibilidad poético-literaria de eminentes intelectuales: Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Luis Cernuda, Rubén Darío, entre otros no tan conocidos, pero que —por uno u otro motivo— llegaron a la urbe capitalina y quedaron prendados de su majestuosidad.
La primera crónica, escrita en 1598, y calzada con la firma de don Hernando de la Parra; crónica que —al decir del también columnista del diario Juventud Rebelde— «tiene muchos detalles de valor, como, por ejemplo, la primera referencia al cuidado al [entorno], cuando las autoridades españolas prohibieron cortar el cedro y la caoba, e incluso, la preocupación del cabildo por los precios de las bebidas […].
Y finaliza con una crónica del periodista hispano, don Manuel Vicent, dada a la estampa en 2012, o sea, 520 años después del descubrimiento de América por el gran almirante Cristóbal Colón.
Dicho volumen se caracteriza —fundamentalmente— por describir la Ciudad de las Columnas desde una óptica objetivo-subjetiva por parte de visitantes extranjeros, quienes quedaron fascinados y muy impactados con la arquitectura, las calles, la belleza del medio natural y la belleza física y espiritual de ese mestizo único e irrepetible que la habita y le aporta vida, color, música, poesía, y mucho más, que trasciende el estrecho contexto de una reseña periodística.
Esa obra adquiere gran importancia para la cultura cubana, ya que se trata de una bien documentada antología para comprender cómo La Habana ha sido vista y narrada, desde su fundación en 1519 hasta hoy.
La Habana: ciudad contada lleva el ADN del autor, cuya principal carta de presentación es el estilo inimitable que lo distingue, y que está signado —básicamente— por la forma sui generis en que se comunica con el lector y le transmite la esencia íntima de lo que narra, tanto en sus libros, como en las crónicas dominicales que él escribe para el diario de la juventud cubana.
Por último, Ciro Bianchi Ross es un hombre obsesionado con la ciudad que lo vio nacer, crecer y consolidarse como profesional de la prensa y la literatura insulares, y de mucho más allá de nuestras fronteras geográficas, y además, fiel amante de la historia de la capital de todos los cubanos.
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