Alberto Lamar de Schweyer: “Cómo cayó el Presidente Machado” (1934)
Alberto Lamar de Schweyer, como funcionario leal del gobierno de Gerardo Machado, asume que fue injusta la política de los Estados Unidos hacia el gobierno de Cuba. Añade que la actuación de Benjamín Sumner Welles, su embajador en La Habana, fue completamente arbitraria y que durante la mediación los campos entre la oposición oficial y el gobierno llegaron a deslindarse de manera tajante. Entiende que la oposición de los partidos tradicionales actuó como una aliada de la injerencia estadounidense que representaba Welles mientras que Machado enarbolaba la bandera de la soberanía.
El autor concibe el proceso histórico de la mediación como una burda confabulación entre Welles y la oposición para deponer a Machado. A lo largo del texto deriva conclusiones históricas acerca de la conducta de Welles a partir de criterios subjetivos sin remitirse a documentos que avalen sus puntos de vista.
En otro sentido aporta documentación valiosa que es interpretada a partir de su fidelidad a Machado. Al respecto podemos señalar un interesante documento de los primeros días de agosto de 1933 donde se detallan aspectos de un pacto secreto entre Machado y Welles en los primeros días de agosto de 1933. La información que nos revela este escrito ha sido tenida a menos por otros autores que han incursionado en este tema.
Lamar de Schweyer reconoce que hubo un movimiento obrero y revolucionario que combatió al gobierno de Machado y admite entre sus lideres a Rubén Martínez Villena. Al propio tiempo considera que las masas revolucionarias eran un juguete en manos de Welles y los partidos de oposición. Es por ello que no profundiza en el papel que desempeñaron estas fuerzas rebeldes ni mucho menos en sus móviles políticos y sociales.
Al final de la obra el autor, como actor histórico de los propios acontecimientos que relata, reconoce sus posibles limitaciones. Lamar de Scheweyer pierde objetividad a partir de juicios que emite cargados de sospechas, resentimientos y odios con los que intenta interpretar la realidad histórica. Según su consideración de la caída de Machado se pueden encontrar grandes culpables: la persona de Welles y la oposición oficial. Esta última, a su entender, “humilló a Cuba”.
La obra, no obstante, aporta elementos de juicio, información y referencia a documentos poco conocidos. Su estudio es provechoso para conocer la crisis política y social que produjo la caída del gobierno de Gerardo Machado.
Oscar Soto: “Los obstáculos de la revolución en Cuba” (1936)
El autor analiza los distintos momentos en que los Estados Unidos han presionado a los gobiernos cubanos al punto de limitar su soberanía. En ese sentido se refiere al apoyo que recibió el presidente Gerardo Machado de Washington hasta 1933; posteriormente considera la mediación de la embajada estadounidense como una acción dirigida a derrocar el régimen de Machado.
Oscar Soto, al propio tiempo que reconoce que durante la mediación se puso de manifiesto la injerencia de los Estados Unidos en nuestros asuntos internos, pondera que la actuación de la embajada “fue una conspiración”. Soto no reconoce en la mediación un instrumento para paliar la crisis política y económica como una propuesta de dominio diferente dirigida a neutralizar al movimiento revolucionario.
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