Todo lo que hiere a la víctima, hiere también al victimario Aforismo oriental
La violencia del silencio, de la escritora y periodista Teresa Valdés Betancourt, es el título del texto, publicado por una editorial mexicana, y que desarrolla el polémico tema relacionado con el «silencio» como arma predilecta para invisibilizar a las representantes del sexo femenino.
En dicho volumen, la miembro activo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), analiza —desde una óptica eminentemente objetivo-subjetiva— el candente problema relacionado con la violencia de que son víctimas las mujeres, y concretamente, contra las más disímiles manifestaciones de ese flagelo social, no solo en México, donde reside, sino también en nuestro archipiélago y en todo el globo terráqueo.
El machismo, al igual que la homofobia, se ha expandido cual tumor maligno que presenta metástasis en todo el tejido social. La sociedad contemporánea ha sido y es —sin ningún género de duda— patriarcal, no obstante todo cuanto se ha avanzado en materia de igualdad y de equidad de género, tanto en la Perla de las Antillas (sobre todo, después de la aprobación en referendo popular del nuevo Código de las Familias), como en el resto de los países del orbe.
Violencia del silencio deviene una selección de artículos que aportan valiosos elementos acerca del lenguaje sexista, en que lo femenino queda omitido por vocablos excluyentes, que relegan a la mujer a un plano secundario o terciario.
En las páginas de esa joya de la literatura especializada, la intelectual cubana desarrolla el candente tema relacionado con la denominada «violencia del silencio», la cual los celosos guardianes del «secretismo» defienden a capa y espada con una expresión signada por el ordeno y mando: «de eso no se habla, porque es un tema vedado para el receptor», mientras que los profesionales de la prensa —pertenecientes al denominado «sexo fuerte» (¿?), como es obvio— la califican como invisibilidad mediática.
La violencia del silencio daña mucho más la integridad psico-socio-cultural, moral y espiritual de la víctima que los castigos físicos o corporales que le puedan infligir (y de hecho, le infligen) los machos, varones, masculinos a esa criatura que, por ser quien es y como es, merece amor y respeto a su inviolable dignidad humana, y a la que —según José Martí— «hay que hablarle de rodillas/ y con una flor en la mano».
Por otra parte, la autora se solidariza cognitiva-afectiva y espiritualmente con los derechos de la mujer y del hombre en un mundo que debe caracterizarse, fundamentalmente, por eliminar —de una vez y por todas— no solo la violencia del silencio, sino también cualquier otro tipo de violencia (psicológica social, intrafamiliar, corporal, sexual), exclusión o discriminación de que pueda ser objeto el homo sapiens, independientemente del sexo biogénico o de su orientación erótica.
Por último, traza algunas estrategias lingüísticas para enfrentar con éxito las secuelas psico-socio-culturales y espirituales dejadas en el alma femenina por la violencia del silencio.
La M.Sc. Teresa Valdés Betancourt es Licenciada en Periodismo y Máster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de La Habana. Ejerce el periodismo en varios medios nacionales y foráneos de prensa, así como la docencia universitaria, y fue corresponsal de guerra.
Sus artículos sobre lenguaje con perspectiva de género han sido publicados y debatidos en encuentros internacionales en La Habana, Colombia, Venezuela, República Dominicana, España y México.
Otros libros publicados sobre dicha línea temática son Un asunto de hombres y de mujeres (Santo Domingo 2007) y Mujer… palabra divina (México, D.F., 2010).
***
Reseña adaptada por el autor para Cubaliteraria del texto publicado en Cubarte en 2016
Visitas: 28
Deja un comentario