Casi al final de la VI edición de Cuba Digital tuvo lugar el panel «Las comunidades lectoras a través de las redes sociales y las plataformas digitales», con la presencia de importantes participantes del proyecto y promotores del libro digital cubano. Moderado por Enrique Pérez Díaz, director del Observatorio Cubano del Libro y la Lectura, y con panelistas como Ariadna Delgado, especialista en Comunicación y Marketing de la Editorial Pueblo y Educación; Dailene Dovale, editora de El Caimán Barbudo; Santiago Jerez, subdirector de la Editorial Abril, y Yunier Riquenes, del proyecto Claustrofobias, el espacio contribuyó a que cada uno de los representantes compartieran sus experiencias, y sobre todo, dieran respuesta a la pregunta esencial: ¿dónde está nuestro lector?
Dailene explicó que en El Caimán es necesario que el público participe de la creación del contenido. Que no debe contarse una historia para los lectores sino a partir de ellos. Y que una de las modalidades fundamentales es establecer secciones desde los intereses y preferencias etarias. El lector asiduo a esta publicación prefiere más el periodismo que versa sobre el arte y la literatura cubanas, por encima de lo universal. «Hay que hacer un periodismo narrativo y defenderlo, de tal modo que el público forme parte de esa narración, esa es la práctica actual», comentó.
Ariadna, quien se encarga de comunicar las propuestas y proyectos de Pueblo y Educación, hizo énfasis en cómo la editorial se encuentra en un proceso de rescate y relanzamiento de la revista Educación, dedicada a los docentes cubanos, a los maestros que necesitan información actualizada y muchas veces no cuentan con la tecnología y las herramientas esenciales que faciliten la enseñanza.
Por otra parte, Santiago disertó sobre las principales estrategias que la Editorial Abril ha llevado a cabo para cautivar a los lectores, entre las que destacan: la creación de la primera temporada del podcast La hora de los libros; el establecimiento de las secciones especiales en las redes sociales; el énfasis en el diseño gráfico, la fotografía y la multimedialidad; la publicación de contenidos exclusivos… por solo citar algunos.
Y por último, Yunier Riquenes explicó cómo Claustrofobias se ha mantenido durante estos diez años en la preferencia de los lectores, acerca de los primeros esfuerzos de promoción a través de los boletines, la suscripción a correos, antes de llegar al internet masivo, y cómo reciben cada día solicitudes, sugerencias, recomendaciones, que demuestran el impacto de su trabajo dentro de la promoción del libro en Cuba.
Por último, Yaremis Pérez comentó acerca del trabajo de Cubaliteraria por mantener su comunidad lectora y garantizar que siga siendo, también, el Portal de la literatura cubana. Además, agradeció a los participantes el trabajo que cada uno realiza a favor del lector, lo que contribuye considerablemente a eliminar libros prescindibles de los catálogos, garantizar una verdadera aceptación de las publicaciones y evidenciar la riqueza y diversidad de cada línea de trabajo. Invitó a repetir este diálogo como parte del Salón profesional del libro que tiene lugar durante todo el año y a coordinar proyectos de colaboración a partir de las experiencias presentadas.
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