El Salón Profesional de la 29 Feria Internacional de La Habana, FILCUBA 2020, contó en la mañana de este sábado con un panel de lujo, donde confluyeron la literatura, el mundo audiovisual y la perspectiva de género.
Mirta Yáñez, Aida Bahr, Magda González y Marilyn Solaya debatieron sobre su trabajo, y el de las mujeres, en general, en un mundo donde aún se lucha por la equidad de géneros.
Mirta Yáñez: mi mayor frustración ha sido la relación literatura-cine
La escritora y guionista Mirta Yáñez confesó que su mayor frustración ha sido la relación entre la literatura y el cine, pues una serie de eventos le impidieron entrar de lleno al mundo cinematográfico.
Cuando me gradué de la Escuela de Letras quise entrar al ICAIC, pero en ese entonces las mientes no eran aceptadas en labores importantes; tuvieron que pasar muchos años para que las mujeres tuvieran roles preponderantes dentro del mundo fílmico.
A pesar de ello, su quehacer literario ha logrado llegar al cine: la película Madagascar, de Fernando Pérez, está basada en su cuento «Beatles contra Duran Duran», basado en una experiencia personal de Yáñez.
«Eso me tocó el corazón», confesó.
Asimismo, la Premio Nacional de Literatura, realizó varios documentales con Nicolás Guillen Landrián, y fue guionista del programa televisivo Contacto. Ahora espera que su novela Sangra por la herida, que será reeditada pues fue ganadora del Premio de la Crítica, pueda ser llevada al cine.
Aida Bahr: ser mujer no significa que escriba literatura de género
Aida Bahr considera que el hecho de ser mujer no significa que escriba literatura de género, para ella la literatura de género es esa que toca temas de desigualdad entre ambos sexos.
La escritora explicó que sí es autora de textos sobre esa temática y que varios han sido llevados a la televisión, aunque confiesa que no ha quedado satisfecha con las adaptaciones:
«En ocasiones ocurre que se trata de privilegiar la perspectiva de género y eso frustra la esencia de los cuentos», apuntó.
Desde el arte hay que tener una mirada de género, una mirada de análisis social de los dos sexos, no solamente desde el de las mujeres, acotó.
Magda González: la literatura es fuente importante para el audiovisual
Magda Gónzalez, realizadora audiovisual, consideró que la literatura es fuente importante para el audiovisual, sin embargo las adaptaciones deben hacerse a partir de una negociación transparente y franca.
Si escoges una obra literaria para llevar al audiovisual tiene que ser desde el respeto, dijo la directora de la exitosa cinta ¿Por qué lloran mis amigas?
En ese sentido se refirió a la adaptación que le realizó en el 2017 al cuento «Añejo V Siglos», de María Elena Llana, y el cual muestra puntos en común entre Isabel de Bobadilla (la famosa Giraldilla), y Chabela, a pesar de que las diferencias de épocas.
«Creo firmemente que en nuestras escritoras existe la mejor fuente para nuestras películas, ellas han alcanzado un oficio extraordinario en ser incisivas y responsables ante nuestra realidad, ellas saben que tienen que cambiar muchas cosas para llegar a la equidad de derecho (…)», finalizó.
Marilyn Solaya: equidad no es sinónimo de igualdad
La destacada realizadora audiovisual Marilyn Solaya explicó que aun existen muchas confusiones e ignorancia con la mirada de género, y subrayó que no hay necesidad de poner etiquetas al trabajo que realizamos.
Solaya, quien confiesa que para su labor se nutre de historias contadas por hombres y mujeres, señaló que las féminas de la Isla tenemos muchos derechos ganados; mientras en otros lugares aun se habla sobre aborto, divorcio, patria potestad, nosotras ya tenemos ese camino recorrido, acotó.
Sin embargo, a pesar de que el triunfo revolucionario de 1959 nos dio los mismos derechos, tenemos que seguir trabajando: «hay igualdad, pero no equidad», subrayó la directora del filme Vestida de novia.
El talento y potencial de las cubanas hay que empoderarlo, dijo.
La realizadora se refirió también a cómo el cine cubano no le ha hecho honor a las féminas de la Isla, según Solaya le debemos (al cine cubano) la mirada de la mujer de verdad. La historia de la mujer cubana es desconocida, debemos rescatarla.
Debemos actualizar el discurso, pues «nosotras también tenemos voz», sentenció.
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