He ahí un apellido otrora famoso y ahora olvidado, el de los hermanos Manuel (1802-1884) y José Zacarías (1820-1851) González del Valle, de múltiples saberes en disciplinas como la filosofía, el derecho y la literatura.
Curiosamente, y pese a sus vastos conocimientos y dotes literarias, ninguno de los dos escribió una obra que compendiara su pensamiento filosófico, lo cual en modo alguno significa que no fueran personalidades influyentes dentro del panorama cultural cubano de su tiempo.
Nacido hace 220 años, en La Habana el 16 de octubre de 1802, Manuel González del Valle se destacó como profesor universitario y polemista. Criollo culto de la Cuba colonial, su currículum estaba muy bien sustentado: cursó estudios en el Seminario de San Carlos, donde fue discípulo del presbítero Félix Varela; a los 20 años se graduó de bachiller en Leyes (1822), dos años después se doctoró en Filosofía y también en 1824 alcanzó igual grado en Leyes, todo ello en la Universidad de La Habana natal.
Más adelante sería profesor, tanto de Derecho como de Filosofía, aunque también se desempeñó en la cátedra de, Lógica, Metafísica e Historia, por lo que se trató de un erudito de honda huella en cuantos lo conocieron y apreciaron su talento multifacético.
Dotado de inteligencia y conocimiento, interesado en la política y con holgada posición económica, ocupó cargos en la administración de la ciudad de La Habana, fuera como regidor, alcalde, secretario de gobierno o consejero de Administración.
Perteneció a la directiva primero y presidió después la Sociedad Patriótica. También fue hombre de letras y miembro de la Academia Cubana de Literatura, una disciplina que lo llevó a estampar su firma en publicaciones periódicas, El Liceo de La Habana, La Lira de Apolo, El Revisor Político y Literario, El Diario de La Habana y La Cartera Cubana, entre otras. Publicó obras reveladoras de su sólida formación académica y que insuflaron aire al desarrollo del pensamiento filosófico: Programa de materias filosóficas, en 1839; Artículos publicados sobre psicología según la doctrina de Cousin, en 1840; Estudio de la Moral, en 1843; Apuntes de Lógica, en 1862. Otros textos, en que se incluyen discursos y artículos, nutren su bibliografía, hoy de interés solo para aquellos investigadores que revisen, como parte de sus estudios, el pensamiento filosófico cubano de mediados del siglo XIX.
Al sustentar junto a su hermano José Zacarías las teorías filosóficas del francés Víctor Cousin, entonces con marcado auge, se enfrascó en una polémica con José de la Luz y Caballero que, independientemente de sus resultados, afianzó su prestigio de figura pública y tuvo su expresión a través de las páginas del Diario de La Habana entre los meses de junio y septiembre de 1839.
Intelectual de intensa actividad pública, no solo se le vio en las tertulias del Liceo de La Habana, también en las que tenían por sede la vivienda de Domingo del Monte. Preparó, además, un llamado Diccionario de las Musas. Su labor como traductor, un tanto olvidada, dio a conocer en español la ópera italiana El barbero de Sevilla, de Rossini.
De larga vida —casi 82 años—, Manuel González del Valle murió el 17 de enero de 1884. Su memoria, que se ha ido perdiendo con el paso de un censor tan implacable —si bien no del todo justo— como el tiempo, merece tenérsela presente por cuanto revela acerca de un pasado que es parte de nuestra historia.
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