Sobre el autor
Rafael Alberti Merello nació en cádiz, España, el 16 de diciembre de 1902, hace hoy 120 años. Destacado y reconocido escritor español, además de poeta, dramaturgo y prosista, miembro de la Generación del 27, es considerado uno de los mayores literatos españoles de la llamada Edad de Plata de la literatura española, cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos.
Su lírica se distingue en cinco momentos: popularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia. Se considera la fase surrealista como el libro mayor del poeta, donde el clasicismo es roto, con sus tonos apocalípticos, la densidad de las imágenes, la violencia del verso y la creación de un mundo onírico e infernal, para terminar con un humor social y delicioso. Es alimentado por la crisis existencial del poeta en combinación con la crisis que en esos momentos sufría el mundo occidental.
Como homenaje en su natalicio, compartimos una selección de su obra poética.
Fragmentos de su obra
Los ángeles mohosos
Hubo luz que trajo por hueso una almendra amarga. Voz que por sonido, el fleco de la lluvia, cortado por un hacha. Alma que por cuerpo, la funda de aire de una doble espada. Venas que por sangre, Y el de mirra y de retama. Cuerpo que por alma, el vacío, nada.
Los ángeles vengativos
No, no te conocieron las almas conocidas. Sí la mía. ¿Quién eres tú, dinos, que no te recordamos ni de la tierra ni del cielo? Tu sombra, dinos, ¿de qué espacio? ¿Qué luz la prolongó, habla, hasta nuestro reinado? ¿De dónde vienes, dinos, sombra sin palabras, que no te recordamos? ¿Quién te manda? Sí relámpago fuiste en algún sueño, relámpagos se olvidan, apagados. Y por desconocida las almas conocidas te mataron. No la mía.
El ángel tonto
Ese ángel, ése que niega el limbo de su fotografía y hace pájaro muerto su mano. Ese ángel que terne que le pidan las alas, que le besen el pico, seriamente, sin contrato. Si es del cielo y tan tonto, ¿por qué en la tierra? Dime. Decidme. No en las calles, en todo, indiferente, necio, me lo encuentro. ¡El ángel tonto! ¡Si será de la tierra! - Sí, de la tierra sólo.
El ángel del misterio
Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos, pisados por un nombre y una sombra. No sé si por un nombre o muchos nombres, si por una sombra o muchas sombras. Reveládmelo. Sé que habitan los pozos frías voces, que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos, de un alma sola o muchas almas. No sé. Decídmelo. Que un caballo sin nadie va estampando a su amazona antigua por los muros. Que en las almenas grita, muerto, alguien que yo toqué, dormido, en un espejo, que yo, mudo, le dije... No sé. Explicádmelo.
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