El próximo 18 de octubre, durante los festejos de la Jornada por la Cultura Cubana, la poetisa bayamesa Lucía Esther Muñoz Maceo estará como invitada al espacio «El Autor y su Obra» que tendrá lugar en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.
Prestigioso espacio cultural de promoción de la creación literaria conducido por el profesor e investigador Fernando Rodríguez Sosa, comenzó sus actividades de este año con la invitación al escritor Abel Prieto Jiménez y ha sido dignificado por reconocidos exponentes de las letras cubanas en todos los órdenes.
Es significativo que Lucía Muñoz esté invitada a la BNCJM en este mes de octubre, en el que se celebra la importantísima fecha del día 20 como día de la Cultura Cubana, excelente colofón de los merecidos reconocimientos que ha recibido, pues recién acaba de cumplir sus 70 años de vida.
Descendiente directa (tataranieta) del maestro de obras y director de banda de concierto, Manuel Muñoz Cedeño, el músico orquestador de «La Bayamesa», de Perucho Figueredo, quien estuviera en la génesis de la nación y la cultura cubanas, Lucía, representa un orgullo para la comunidad literaria y los lectores que siguen su obra poética.
Merecedora del Premio Bayamo que otorga el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas en Granma, así como del Premio Al Mérito Literario «José Joaquín Palma» de conjunto con la Embajada de Guatemala en Cuba, atesora múltiples reconocimientos a su obra y quehacer cultural dentro y fuera de Cuba.
Es licenciada en Letras por la Universidad de Oriente, y le llaman «La novia de Bayamo» —bautizada así por un poeta amigo. Posee más de una veintena de obras publicadas y participa en varias antologías nacionales, e internacionales (Estados Unidos, Argentina, España y México).
La poesía la acompaña desde el nacimiento, afloró desde la más tierna niñez y luego le acompañó en una sagrada libreta a rayas que le regalara su madre. También ha escrito relatos, Los cuentos de mi tía Altica, volumen donde cuenta las historias de la familia, de esa tía testigo de la quema patriótica de Bayamo en 1869.
En ella se mezclan las herencias de la cultura y tradiciones bayamesas. Por línea paterna, la música; y por línea materna, el don del magisterio y la artesanía, oficios o profesiones que también ha ejercido a lo largo de sus existencia.
Es una mujer de apegos, de amar con autenticidad y fuerzas a su terruño, a su entorno, más allá de lo edificado, a la naturaleza, a la familia, la historia, a sus gentes. La cotidianidad es tema recurrente en sus versos, que expresan con sencillez y fuerza a la vez, la vida dela mujer cubana, sus sueños, anhelos, batallas y triunfos.
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