Fragmentos de la historia literaria camagüeyana fueron la base de la conferencia magistral de Luis Álvarez Álvarez, Premio Nacional de Literatura 2017, para recordar a quien fuera el poeta más importante de Cuba en la primera mitad del siglo XX.
Emilio Ballagas, a decir del profesor, fue responsable de revolucionar el mundo poético, al revivir en su obra el soneto, género considerado como «la prueba de fuego» en la manifestación; escribió poesía para niños y una producción de décimas de alto valor literario.
Destinado a captar el alma de Cuba, la situación social y política, y la discriminación racial en los años 40 de la pasada centuria, Ballagas fue sin dudas, el principal exponente de la poesía negra en la isla, con obras como Cuaderno de poesía negra y Mapa de la poesía negra americana; esta última, una antología que recoge autores desde Canadá hasta Argentina.
«Soneto a una palmera», del propio Ballagas, fue declamado en el encuentro por el Premio Nacional de Literatura para abrir de esta forma la jornada de actividades teóricas de la XXVI edición del Premio Nacional Emilio Ballagas, en esta ocasión desde el Centro Cultural Librería Ateneo-Vietnam.
Poeta incoherente y «una pluma al viento» fueron algunas de las expresiones con que fue cercenada la obra del escritor camagüeyano, que no gozó del prestigio que le correspondieron en su tiempo, a pesar de ser uno de los mejores ensayistas de su época; enfatizó el intelectual lugareño.
Gertrudis Gómez de Avellaneda, Enrique José Varona, José de Armas y Céspedes, Aurelia Castillo y Mariano Brull formaron parte igualmente de los análisis del Maestro de Juventudes, quien jamás deja en el olvido la vida y obra de esos que marcaron pautas en el camino de las letras camagüeyanas y más allá.
Tomado de Radio Nuevitas
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