Mi táctica es mirarte / aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites.
(«Táctica y estrategia»)
Pocos, poquísimos poetas, han disfrutado tanto de la preferencia de los lectores cubanos como Mario Benedetti: «Que un viejo como yo pueda comunicarse con los jóvenes me parece lindo. La musicalización de algunos poemas pudo haber influido porque de esa manera llegan siempre a más gente. Y a veces quienes entraron a mi obra por la zona de la canción terminan invadiendo la de la poesía».
Su presencia en Cuba, una y otra vez, como jurado del premio Casa de las Américas, participante del Encuentro con Rubén Darío,en La Habana de 1967, del Congreso Cultural de La Habana…, instalado en Cuba a raíz de su partida al exilio en 1976…, condecorado por el Consejo de Estado de Cuba con la Orden Félix Varela y con la Medalla Haydé Santamaría, Doctor Honoris Causa en Ciencias Filológicas de la Universidad de La Habana, Premio Iberoamericano José Martí…, marcan un capítulo extenso en la vida de un autor para quien la vida y la literatura, el amor y la lucha, el compromiso social y el político marcharon a la par:
Cuba ha sido siempre una palabra muy importante para mí. Incluso antes de viajar a este país, la Revolución Cubana fue para muchos uruguayos una alerta, nos sacudió porque vimos la posibilidad de enfrentar de alguna manera esa presión que es política, económica, militar, cultural… de los Estados Unidos.
Trabajar en la Casa de las Américas, durante los años de exilio fue un privilegio para mí porque es un organismo muy eficaz, donde los problemas se solucionan en equipo. Integré el Consejo de Dirección conformado por cubanos excepto Manuel Galich, el guatemalteco, y aprendí desde adentro cómo funciona un organismo cultural en Cuba.
Uruguayo, poeta, narrador, ensayista, dramaturgo, periodista… ¡también actor! (aparece en la película El lado oscuro del corazón, de 1992, recitando sus poemas), traducido a más de veinte lenguas:
Corrijo mucho, reflexiono. No me gusta publicar enseguida que termino el libro. Es una prueba también leerlo en público y observar las reacciones del público. Los poemas deben estar dormidos por lo menos seis meses. Entonces los analizo casi como ajenos, veo con claridad sus virtudes y defectos, establezco una distancia beneficiosa porque la proximidad en esos casos es perjudicial.
Su credo:
Confío en que los hombres y mujeres del futuro aprendan a salvarse y lo digo porque uno sabe que, como individuo, como persona se va a morir, es ley de la vida. Pero nunca queremos que aquello que dejamos atrás desaparezca, sería horroroso. Siempre haré lo posible –sé que no puedo sobrevivir– para que la humanidad sobreviva, y para que la gente viva mejor de lo que vive.
(Citas tomadas de entrevista hecha por Magda Resik, publicada en Juventud Rebelde del 21 de diciembre de 1997).
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Publicado en el libro La Habana, un buen lugar para escribir, de Leonardo Depestre
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