Cuba no está sola. Hace solo unas horas el mundo le dio pruebas de su admiración y respaldo en la Organización de Naciones Unidas, al condenar de manera abrumadora la guerra comercial que abusivamente le ha impuesto el imperio estadunidense y que durante más de seis décadas ha infligido al noble pueblo cubano un daño que no tiene comparación en la historia del mundo contemporáneo. No perdonan a Cuba la osadía de no dejarse avasallar y no cejar en el empeño de decidir su propio destino, y con el sacrificio y tesón de sus hijos crear una sociedad en la que la justicia y la solidaridad están grabadas en el corazón de su pueblo. No le perdonan ser libre y ser un referente de la dignidad y la resistencia para los pueblos del mundo. A contrapelo de toda las dificultades y los riesgos que su rebeldía le ha ocasionado, Cuba ha escrito muchas de las más hermosas páginas de la solidaridad de nuestro tiempo y atesora una impresionante hoja de servicios prestados a la humanidad.
Un solo ejemplo bastaría para esculpir el nombre de Cuba en el firmamento del altruismo y el hondo compromiso del ser humano con la historia y con sus semejantes: la generosa contribución de Cuba a la liberación de los pueblos africanos, que luchan contra el colonialismo.
Decir Cuba es tener frente a los ojos asombrados de los hombres y mujeres progresistas del mundo, una vasta obra espiritual y ética levantada en defensa del sueño de redención de tantos pueblos y tantas generaciones, que ven en la isla la utopía realizada.
Cuba ha hecho una enorme revolución cultural, espacio en el que los poetas progresistas del mundo y todas las personas de buena voluntad, encuentran la confirmación plena de que la utopía es posible, de que no son baldíos el sacrificio y la lucha heroica de todo un pueblo. En 1959 la Revolución Cubana era la juventud del mundo. Hoy es la madurez de su resistencia, la prueba de su carácter.
El Movimiento Poético Mundial quiere expresar al pueblo cubano, en este instante crucial de la historia del mundo, que está a su lado incondicionalmente, que no nos son indiferentes ni la angustia de la vida cotidiana ni la guerra a muerte a que los somete el imperialismo. Que la belleza que genera Cuba alimenta nuestra esperanza y nos da fuerzas cada día para seguir soñando y edificando un mundo más justo y más hermoso.
Hace una semana el importante grupo de naciones emergentes que busca edificar un mundo nuevo alternativo al mundo invivible que nos proponen los explotadores de siempre, ha reconocido en Cuba una nación que ha hecho una sustancial contribución al diseño del futuro.
En este espacio nuevo que se abre para la humanidad y para la revolución poética mundial, Cuba es la estrella que abre una ruta. La defenderemos con todas nuestras fuerzas, porque Cuba es también nuestro destino. La suerte de Cuba es nuestra suerte. Deseamos una Cuba sin bloqueos. Una Cuba espléndida, salida de sus propias manos, generosas y solidarias. Estamos seguros de que al final de la lucha, junto a Cuba venceremos.
Medellín, noviembre 1 de 2024.
***
Tomado de La Jiribilla
Visitas: 8
Deja un comentario