Para hacer una novela, requiérese una atención casi continua
de varios meses y una labor casi incompatible con otro género de trabajo.
Miguel de Carrión
Miguel de Carrión de Cárdenas nació en La Habana el 9 de abril de 1875, fue periodista; trató de graduarse de abogado, montó un negocio de billar en Estados Unidos, fue médico, independentista, científico, publicista, maestro y escritor.
A los 146 años de su natalicio, nadie como él, en ese tiempo y creo que ahora, conoció el cuerpo de la mujer y se desdobló en su psiquis. Sus héroes eran mujeres que enjuiciaban a la sociedad de su época, ¿y por qué no?, también de ahora. Apoyado a partir de la ciencia, temas como la frigidez, el adulterio, el abuso psicológico, el aborto, la prostitución, el patriarcado, los trató sin tapujos, con la pluma ligera de una dama.
Las honradas se vuelven impuras, las impuras, honradas. Todo es un espejismo ante la sociedad, la miseria humana. En su pensamiento pedagógico no estaba de acuerdo de que se tratara a la mujer como un ser inferior, dependiente e ignorante.
En Las Honradas, la protagonista, Victoria, es atraída hacia otro hombre, un donjuan que le enseña a descubrir su propio cuerpo, antes de la casi violación nupcial de un marido inexperto. Por opiniones de algunos críticos fue prohibida para las mujeres, a pesar de ser reeditada varias veces.
En Las impuras, Teresa, después de entregarse por amor a un marido que solo quiere su posición social, tiene que ceder la tutela de sus hijos a la familia que la desprecia y convertirse en prostituta para sobrevivir.
Con un estilo naturalista europeo, entre la transición del romanticismo y el modernismo, Carrión pone su punto de mira en el cuerpo complejo de las féminas, su manera de sentir, sus zonas más erógenas, la multiplicidad del parto y lo contrasta con los dogmas y la ignorancia masculina. Sus libros, más que una historia de amor, son una tesis doctoral donde plantea que muchos de los problemas iban modificados y violentados por la sociedad.
En El milagro se nota su postura anticlerical. La filosofía es la misma: a la felicidad no se llega a través del dolor pecaminoso sino sobre el conocimiento y el corazón; no es cristiano ni evangélico, es humano.
La Esfinge, publicada póstumamente en 1961, tiene un tono más pesimista, menos transgresor, provinciano y conservador. En ella la protagonista, Amada, no puede consumar la infidelidad, ni llegar a ser feliz, porque su plan fracasa debido a que es contagiada con una epidemia que devasta la ciudad.
Quien desee leer estas novelas, Las Honradas y Las Impuras puede hacerlo desde nuestra página web de Cubaliteraria.
Visitas: 557
Deja un comentario