El pasado viernes, en el Centro Dulce María Loynaz, el destacado escritor, promotor literario, periodista e investigador Enrique Pérez Díaz invitó a su peña Infancia al derecho y al revés a la escritora villaclareña Mildre Hernández Barrios, quien cuenta con una vasta obra destinada a la infancia y la juventud.
La autora, galardonada con el Premio Casa en 2015 por El niño congelado, fue presentada por su anfitrión a través de las palabras de su primer editor Marco Antonio Calderón, quien definió su obra con tres características: audacia, desenfado y frescura. La aludida aprobó este juicio, al argumentar su gusto por el juego literario con personajes del reino animal, sin descuidar la añoranza y la nostalgia presentes en su poesía.
Apuntó además que le gustaría ser un personaje de su propia obra, y mencionó a Cuasi como el favorito, pues su personalidad tiene que ver mucho con esta niña inquieta y perspicaz, aunque también describió a una señora mayor, protagonista de una novela inédita, nombrada Berta, cuyo estilo de vida bohemio le atrae.
Ante la pregunta del entrevistador sobre los ingredientes que debe llevar un libro para la niñez, a su juicio, respondió que lo concibe como una mezcla de divertimento y enseñanza, pero que haga crecer a los lectores desde su espiritualidad, con una crítica inteligente que lleve a la sonrisa y a la reflexión. El componente lúdico es la causa de que el niño se acerque a esa lectura.
Igualmente Enrique la interrogó sobre la evolución de Cuasi como personaje, ya que no es la misma del primer libro, el gratamente recordado Es raro ser niña. Mildre comentó al respecto que solo logró atrapar la psicología de su protagonista luego de crear el siguiente volumen: Una niña estadísticamente feliz. Después el personaje simplemente ha fluido, ha seguido desarrollándose por su cuenta, según la creadora.
Tras debatir si la secuela de Cuasi se apega a la saga o a la serie como formato literario, Enrique le pregunta sobre las trabas que le preocupan para escribir: ¿editores, lectores, ella misma? Mildre responde que se siente perturbada por su entorno cuando escucha música como el reguetón, que en su barrio suena estrepitosamente. Nada más le molesta. A la interrogante de ¿cuál es el libro propio que más le gusta?, responde que el último, como los amores.
Después de disfrutar la lectura de varios poemas de Mildre en la voz de ambos escritores, extraídos del libro La novia de Cuasimodo, se invita a Leidy González Amador a ofrecer su testimonio sobre qué es estar 24 horas con Mildre. La joven describe su vida en común a lo largo de ocho años juntas, con cinco perros y cinco gatos, y cada ritual que siguen todos los días por lo general: el café, la limpieza del hogar, el cuidado de los animales, la preparación de los alimentos, la preferencia por el equipo de fútbol de Barcelona, las telenovelas que adoran. Sin embargo, la rutina no significa en modo alguno aburrimiento, y cuando no la siguen, se sienten extrañas. Al inicio fue una admiración que pasó pronto a camaradería, luego compromiso, lecturas juntas, competencia sana para crecer humanamente. Leidy describe a su compañera de vida como una aprendiz que siempre está escribiendo su primer libro, de ahí el encanto que despierta su obra.
Pasado este momento, Enrique se inquieta nuevamente por Cuasi y retoma su preocupación sobre cómo va a seguir viviendo y cómo compite con la autora y sus otros libros.
Mildre expresa que el personaje la relaja, la alivia de tensiones, le permite mantenerse como profesional de la literatura y le ofrece la ocasión de tocar un sinnúmero de temas importantes para la infancia que despiertan también el interés de los adultos a su cargo. Próximamente abordará la sexualización de la infancia con Quiero ser gorda, con la influencia de los medios masivos sobre trastornos como la anorexia y la bulimia, y Las giardias no tienen dueño, sobre la alimentación de los niños. Para apoyar estos criterios, ambos escritores cantan junto al público asistente la Cuasi Guantanamera, que aparece en el quinto libro nombrado La Voz Cuasi, título que parafrasea los espectáculos musicales infantiles de las grandes cadenas de televisión.
El anfitrión despide el encuentro manifestando que la obra de Mildre constituye un compromiso con la niñez en la lucha por los derechos de la infancia, esfera en la cual ya es una figura imprescindible, e invita al próximo encuentro el viernes 27 de marzo con el escritor pinareño Alberto Peraza.
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