Preciado Julio Mitjans:
Saludos con estas palabras y quiero agradecerte la entrega que haces a la poesía cubana con este poemario que sostengo pensando en tu vida circundante y en esa necesidad de imponernos a los tiempos y los derroteros. Tu poemario Dime si te sobrepones1 , es precisamente una apuesta contra el tiempo, para ganarle espacio a ese pujante ejercicio de existir. Creo ciertamente que aquí logras lo que te propones, en tanto lo que te interesa en esta entrega, es decir. Decir es también un modo de sobreponerse, y lo haces con la elegancia del quien ha residido y ha visto, y tiene fe en las cosas que mira. Difícil es la hermenéutica que traza la palabra, el discurso que se dice a favor de. Difícil es también el discurso a favor de… No quedan palabras cuando la verdad se ha disfrutado o contemplado. El discurso amatorio se dimensiona desde la percepción de lo bello:
Todo parece real —dices—
y ruedas por mi cuerpo
agua insomne sin llegar a la noche.
Hay, y así lo disfruto, cierto buscar desde la intemperie, las cuestiones más vitales. Es como si cada poema fuera una instantánea del tiempo y la soledad. Aquí visto con un lenguaje claro y necesario.
Había salido en pos de la tormenta
heme aquí, en la mayor desdicha
extraviado, en el corazón de una rosa.
Desde la contemplación está la apuesta de un discurso que trama el imposible a partir de lo posible. Tu poética tiene mucho de decir lo que hay que decir. Esta es una entrega deleitable y necesaria, quizás para sobreponernos a una poesía chata, sin sentido, que hoy en el mundo tienden a publicar. Querido Julio Mitjans, agradezco la deferencia de enviarme este poemario tuyo, que solo me hace sobreponer al ruego de la existencia, que para mí ya es mucho.
Con certeza sabes quién te espera, ahora, realmente
conoces lo que te acompaña.
Así te acompaño y abrazo,
Rainer Maria Rilke
Notas:
1Letras cubanas, 2018.
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