El reconocido historiador Alejandro García Álvarez fue galardonado con el Premio Nacional de Historia 2019, según se conoció en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), efectuada recientemente en La Habana.
Instituido en 1998, año en que lo recibieron Hortensia Pichardo Viñals y Julio Le Riverend Brusone –este último presidente fundador de la UNHIC– el galardón es el máximo reconocimiento que otorga la asociación de los historiadores a los profesionales que poseen una amplia y destacada trayectoria en el campo de la ciencia histórica.
Profesor emérito de la Universidad de La Habana, donde por más de 40 años ejerció la docencia de Metodología de la Investigación Histórica, Museología y otras materias, el doctor García Álvarez es uno de los historiadores más destacados del país. Ha impartido cursos de posgrado en la Universidad de La Habana y otras instituciones cubanas de educación superior, así como en las universidades de Vigo, Castellón, Oviedo, Complutense de Madrid y Sidney (Australia).
Doctor en Ciencias Históricas, académico de número de la Academia de la Historia de Cuba y durante una década también miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, ha sido miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en Historia, y ha colaborado en proyectos de investigación internacionales, particularmente con el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
De su crecida bibliografía baste mencionar, entre otros, los libros escritos en coautoría, United Fruit Co. Un caso del dominio imperialista en Cuba; Caminos para el azúcar; este galardonado con el premio Elsa Gouveia, de la Asociación de Historiadores del Caribe en 1989, y La gran burguesía comercial en Cuba l899- 1920, Premio de la Crítica, para revelar la calidad de su trabajo como historiador en el que hace gala de muy sólidos criterios teóricos y metodológicos y una amplia experiencia profesional. A ello se suma más de un centenar de artículos y ensayos publicados en Cuba y el extranjero.
María Caridad Pacheco, secretaria de Divulgación y Relaciones Públicas de la UNHIC y presidenta del jurado que tuvo la responsabilidad de decidir el premio, explicó que este año hubo varias nominaciones desde las filiales provinciales y se escogió a García Álvarez, quien ha recibido premios y distinciones por su destacada trayectoria en la docencia y la investigación, entre ellas la Distinción por la Cultura Nacional.
En esta ocasión el jurado del Premio estuvo integrado, además, por los doctores en Ciencias Históricas, Mildred de la Torre Molina, Pedro Pablo Rodríguez López y Horacio Díaz Pendás, todos Premios Nacionales de Historia, así como por Eugenio Suárez, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
Asimismo, se entregaron los premios de Crítica Histórica Ramiro Guerra, José Luciano Franco y Hortensia Pichardo, junto a la máxima distinción del Concurso Nacional de Investigaciones Históricas. El primero recayó en el libro La noción insuerrecta, de Oscar Loyola Vega; el segundo, en el título La masonería cubana y el tratado Hay-Quesada, de Javier Negrín y Jorge Fernández, publicado por Áncoras Ediciones, de la Isla de la Juventud, y el tercero fue para El libro de las constituciones, de Eduardo Torres Cuevas y Reinaldo Suárez Suárez. El jurado del Concurso Nacional de Investigaciones Históricas decidió, por unanimidad, premiar el trabajo: «Educación patriótica en Cuba: el activismo de Historia (1968-1987)», de Rolando García Blanco y otorgar una mención a «Génesis y desafíos de la dirección política en una región particular», de la guantanamera Noralis Palomo Díaz.
Tomado de Radio Enciclopedia
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