Como cada año durante la Feria Internacional del Libro de La Habana se hace la entrega oficial del Premio Hermanos Loynaz. Esta mañana en la sala de prentacion José Lezama Lima se entregaron las condecoraciones en las diferentes categorías.
El jurado de Literatura para niños y jóvenes conformado por Maylen Dominguez Mondeja, Yunior Serrano (Valerio) y Lorenzo Suárez Crespo después de valorar las obras concursantes determinaron por unanimidad otorgó el premio a la obra Había una vez un verso de María de la Caridad González Martínez, por la reactualización de cuentos clásicos infantiles mediante el uso de estrofas tradicionales con una visión crítica y humanista.
Por su parte, el jurado de poesía conformado por Alex Pausides, Ismaray Pozo y René Valdés concedió mención única a la obra Solipsismo bajo palabra de Osmany Echevarría Velázquez, y el Premio a Modus operandi de Marcia Jiménez Arce, por la cadena de analogías que establece, la madurez, la minuciosidad y pulcritud del lenguaje y el coherente estilo conversacional del cuaderno.
En narrativa, el jurado integrado por Gumersindo Pacheco, Ulises Cala y Eduardo Martínez Malo, quienes decidieron otorgar menciones a Marketing para suicidas de Yamany González Hernández y Todas las madrugadas de Manuel Roblejo Proenza, entregaron primera mención al texto La isla de los viejos del autor Javier Rabeiro y confirieron el premio a la obra Sala de lecturas de Edelmis Anoceto, por el dominio de las técnicas narrativas y el manejo acertado de la narración.
La mañana terminó con la convocatoria a la XXXII edición del Premio Literario Hermanos Loynaz.
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