
Hacer listas no siempre significa hacer justicia, pero de algún modo ayuda a configurar un mapa, un camino, en este caso, para la lectura. Nacida del ingenio de nuestro equipo y para celebrar hoy el Día Mundial de la Risa, en Cubaliteraria compartimos esta «lista» sui generis donde no pondremos números. Evitaremos así toda jerarquía. Nuestro único consejo es este: «Déjese llevar, sencillamente, por la lectura y la risa».
Cuentos populares cubanos de humor, de Samuel Feijóo. Se trata de relatos populares recopilados por toda la isla con jocosa sabiduría. En esta antología de cuentos aparecen los personajes tradicionales: el isleño, el gallego, el guajiro, el negro ocurrente.


Vida completa del poeta Wampampiro Timbereta y Juan Quinquín en Pueblo Mocho, ambos de Samuel Feijóo. La primera publicada en 1981 por Letras Cubanas y la segunda, una excelente novela humorística cubana de aventuras y entretenimiento considerada un clásico dentro de su género. Su trama muestra con profusión y detalles, los modos de vida del campesino cubano, sus maneras de divertirse, los guateques, los velorios, las fiestas, las comidas, la forma de hablar, con sus dicharachos y refranes, sin olvidar los paisajes del campo de Cuba, a pesar de que se desarrolla en la década del 50, mantiene su vigencia en cuanto a las costumbres y la peculiar manera de expresarse del campesino cubano. Esta obra ha sido llevada a la radio, la televisión y el cine.

En el cielo con diamantes, de Senel Paz, no carece de humor, pero si la idea es reír de verdad recomendamos leer Decadencia y caída de casi todo el mundo, del escritor estadounidense Will Cuppy. Este libro, publicado en 1950 se considera la obra maestra del escritor, quien después de realizar un gran trabajo de búsqueda bibliográfica que le ocupó 16 años de su vida, no alcanzó a ver en vida su obra publicada, ya que muere un año antes. El autor encauza a través del humor su erudición en temas históricos, realizando un acercamiento a personalidades famosas de la historia universal al tiempo que ofrece conocimientos referidos a diferentes civilizaciones y momentos históricos. Proponemos una lectura «ligera» e irreverente sobre la historia y sus personajes.

Salaciones del Reader’s Indigest y otros relatos, de Marcos Behmaras se publicó en 1982 por la Editorial Letras Cubanas. Behmaras, humorista cubano de primera línea, lanzó Salaciones del Reader’s Indigest y otros relatos, una parodia de Selecciones…, que desde el humor criollo la atacaba frontalmente. Behmaras tuvo la premonición de que los soviéticos perderían la Guerra fría por un desembarco aéreo de hamburguesas de McDonald’s y hot dogs. Según el cuento, los norteamericanos lanzarían paquetes de comida rápida en paracaídas y los soldados soviéticos dejarían sus armas para ir a comer, mientras, los yanquis tomarían sus armas y cohetes nucleares.

La Odilea, de Francisco Chofre. Es la versión criolla del gran poema épico La Odisea, como su nombre sugiere. Chofre se convirtió en un clásico de la literatura humorística en cuanto dio vida a los personajes de esta parodia, cuyas peripecias ocurren en una zona rural cubana, con el vocabulario, las situaciones, las costumbres, y la crudeza que suelen caracterizar a los ambientes campestres, desde el respeto a la versión original de este largo y maravilloso cuento. Sin descuidar ningún detalle, transmutó La Odisea, reverenciándola con el más eficaz choteo conocido en la literatura. La obra obtuvo mención en el concurso Casa de las Américas (1966)

Limonada, de Héctor Zumbado, que bien podría combinarse con la lectura de Un zoom a Zumbado, título que en octubre de 2012, publicaba Ediciones Líber, en su colección A reír, de la Editorial José Martí, una antología dedicada a la obra del primer Premio Nacional del Humor, el maestro Héctor Zumbado. En ella podrá encontrar sus aportes al idioma como «curdonauta», ma-estropeado y cagástrofe. Otro que no debe dejar pasar —también de Zumbado— es Completo Camagüey.

Cada cual a lo mío, de Jorge Fernández Era, es un libro de humor, que se aprovecha de la ironía —ese sutil, inteligente y burlón recurso— y que revela un corrosivo y agudo sentido del humor, respaldado por un buen nivel cultural y una excelente habilidad de penetración sociológica, ingredientes básicos para hacer humorismo. Fernández Era es de los que cree que el ser humano es bruto por naturaleza, y por eso invita a aquellos que lo son menos a leer estos cuentos y escritos periodísticos que se burlan de tanta estupidez latente sobre el planeta Tierra, en especial la que sufrimos a diario sus compatriotas.

Con perdón de los terrícolas, de F. Mond. Esta novela de ciencia-ficción publicada por primera vez en 1979, recoge de forma satírica y humorística la incursión de un habitante del planeta Marte (Korad) a la Tierra. Esta obra literaria fue escrita por Félix Mondéjar, siendo una de sus primeras incursiones en el género. La obra relata que varios miles de años antes de que la atmósfera de Marte se pusiera hecha una bazofia, sus habitantes habían abierto una complicada red de canales que surcaban la superficie del planeta. Más tarde edificaron sus ciudades a orillas de estos canales y como todas ellas tenían forma de poliedro, si se las miraba desde cinco mil pies de altura, aquello parecía un inmenso canal, o un cuadro abstraccionista de Mondrian, o un amontonamiento de piedras.
Korad era la principal ciudad marciana: daba nombre al planeta y se encontraba situada en la margen izquierda del Gran Canal Meridional. El «Caso Iílef» había tenido mucha repercusión. Dada las circunstancias en que se produjo y la trascendencia de los hechos, el máximo órgano de gobierno había puesto en juego todos los recursos para investigar hasta los más mínimos detalles del asunto. No en balde los semblantes del trío reflejaban una honda preocupación. Y un marciano preocupado era algo muy serio.
El marciano Iílef, luego de muchas peripecias, logra burlar la vigilancia de su planeta y parte hacia la Isla Atlántida. Con la intención de ayudar a vencer la incultura, trata de brindar los conocimientos científicos alcanzados en Marte, pero al llegar a la Isla se encuentra al Gran Sabio, terrícola del siglo XXVII, que ha retrocedido en el tiempo para escribir la historia de esa época. A partir de ese momento, el autor narra una serie de hechos donde se mezclan supersticiones e intereses para llegar a un final inesperado.

Cerramos nuestras recomendaciones con La vida tomada de María E, de Laidi Fernández de Juan. Es una novela que retrata la vida de una mujer marcada por la pérdida y el dolor y que lucha por encontrar su lugar en el mundo. A través de María E y su entorno, la autora aborda temas como la familia, la feminidad, la identidad, la religión y la política, entre otros. La novela también destaca la importancia de las relaciones humanas y el valor de la amistad en momentos difíciles. Historias realistas, fantásticas, poéticas, se reúnen en este libro, que explora con un lenguaje ameno y fluido diversas aristas de la cotidianidad cubana, sobre todo habanera, de los últimos años, donde se destacan personajes femeninos cuidadosamente concebidos desde el punto de vista psicológico, así como un constante juego con el absurdo y el humor para tratar temas como la religiosidad, los contratiempos, la dignidad humana y las relaciones familiares, entre otros muchos.
Seguro quedan fuera otras obras valiosas e igual de simpáticas, ideales para reír leyendo. Si lo desea, puede compartirlas con nosotros en los comentarios.
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