
Tomada de Ecured
Pedro J. Guiteras, nacido en Matanzas el 17 de marzo de 1814, su deceso ocurrió Charleston, E.U.A. el 3 de febrero de 1890. Después de pasar parte de su infancia en España, de donde eran oriundos sus padres, estos deciden retornar a Cuba. Su educación primera la cursa en una escuela matancera donde compartió sus aulas con los hermanos Francisco y Jacinto Milanés. Allí aprendió, con su maestro Ambrosio González, geografía astronómica copernicana y los principios de la constitución política. Se interesó tempranamente por el estudio de las humanidades.
Sin embargo a los veintiún años, por razones de salud, se tuvo que trasladar a Sevilla donde continuó estudios en la universidad de esa ciudad. En aquel país conoce a José Antonio Saco y de ese contacto nació una fuerte amistad entre ambos. No solo fue amigo del bayamés, sino también de Alberto Lista, el poeta Quintana, el dramaturgo Bretón de los Herreros y otras importantes figuras del mundo cultural español. Compartió con Saco momentos decisivos de la historia como aquel en que los representantes de la Isla fueron expulsados de las Cortes. Guiteras tuvo que regresar a Cuba en 1836 al no poder iniciar en España estudios de jurisprudencia. Es entonces que decide entregarse por entero a la historia. Al llegar a la Habana no le fue permitido desembarcar por órdenes del general Tacón.
Ya en Matanzas comenzó a trabajar en pro de la educación popular desde la Sección de Educación de la Diputación matancera de la Sociedad Económica de Amigos del País. Fue uno de los fundadores del famoso y patriótico colegio matancero La Empresa, con el resto de los Guiteras. Fernando Ortiz al referirse a esta familia dijo lo siguiente:
Y la familia de los Guiteras ha sido una de las más floridas ramas de aquel patriciado cubano, de humilde estirpe y nobles esperanzas. Del tronco de los Guiteras podemos citar como los más notables, casi todos publicistas, a los siguientes: Antonio Guiteras (1819-1901) era hermano de Pedro, escritor consagrado al magisterio, acaso la personalidad más [sic] culminante en la pedagogía de Cuba colonial, después de Don Pepe de la Luz y Caballero; traductor de La Eneida. Eusebio Guiteras (1823-1893) era hermano de los anteriores, escritor, pedagogo, autor de libros didácticos y literarios, poeta y patriota perseguido […]. Su lema fue, según Raimundo Cabrera: «Cuba no será feliz hasta que se hayan sostenido muchas escuelas. ¡Eduquen, eduquen!». Juan Guiteras (1852-1925) fue hijo de Eusebio, médico, profesor de las universidades de Charleston (1884-1888), Filadelfia (1888-1889), y de la [sic] Habana (1900-1921). Colaborador del genial Finlay y de la campaña para la supresión de la fiebre amarilla en Cuba; en opinión de Ortiz —no compartida por otros— Guiteras fue el verdadero descubridor de la filaria Bancroft en los Estados Unidos y autor de numerosas obras de patología y terapéutica tropicales, exsecretario de Sanidad y Beneficencia de la República, autor de poesías patrióticas.[1]
Escribió Pedro José Guiteras importantes trabajos, entre los que se cuentan «Influencia de la mujer en la sociedad cubana, el estado de su educación y los medios para mejorarla y extenderla» con el que ganó los Juegos Florales de 1847 del Liceo de La Habana. También escribió un trascendental estudio para su época, que tituló «Discurso sobre educación moral y religiosa en Cuba». Su Historia de la Isla de Cuba se escribió y publicó en los Estados Unidos entre 1865 y 1866. La segunda edición, ahora sí cubana, se llevó a cabo entre 1882 y 1883. Acerca de esa edición apunta Fernando Ortiz:
Guiteras, al preparar la segunda edición, alteró el título primitivo de su obra, denominándola Historia de Cuba, según puede verse en los originales que se conservan en la Biblioteca Nacional de la Habana, a la que hoy pertenecen. Sin duda, avanzado como ya estaba el proceso histórico de la nacionalidad cubana, Guiteras creyó mejor prescindir del apelativo isla, tan común entonces y aun persistente en España, expresivo solo de un carácter geográfico de Cuba; si bien no atrevióse a emplear el adjetivo general, aplicado entonces a las historias de carácter nacional o de países con personalidad política propia.[2]
Su obra, hasta donde conozco, no ha vuelto a ser editada desde la década del veinte del siglo pasado. En la colección de Libros rescatados concebida por la editorial Cubaliteraria se encuentra su Historia de Cuba en sus dos tomos. Valdría la pena volver sobre ella a fin de mirar nuestro pasado desde otras miradas.
Notas
[1] Fernando Ortiz: «Introducción» a: Pedro José Guiteras: Historia de la Isla de Cuba. Segunda edición. La Cultural, S. A. Habana, 1927, t. I, pp. VIII-IX.
[2] Ibíd, pp. III-IV.
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