La literatura es herramienta, arma para dirigir la educación de nuestros hijos. La imaginación viene cómplice en las tardes y noches en que es propicio transmitir enseñanzas a través de los recursos de la literatura, ya sean orales o escritos.
Fruto de la imaginación del autor, en función de educar a las pequeñas Sofía y Emily, sus hijas, nace primero en versión oral y recién en versión impresa el volumen Pequeñas historias con grandes enseñanzas, el primero escrito por el bayamés Raúl Guzmán Pileta, que ahora mismo se comercializa en varias plataformas internacionales del escenario digital.
Cuatro historias o cuentos son productos de la necesidad en el rol paterno, de formar, de inculcar valores y virtudes a sus hijas que se acercaban a la adolescencia, una etapa que a veces se torna difícil de tratar en familia y a la cual Rauli aspira que sus niñas lleguen con una formación en la que tengan cabida la amistad, el respeto, el ser perseverantes y justas. Es un texto de medio centenar de páginas que puede leerse a chicos desde los 6 años hasta los 18. Encierra la ternura de un papá presente, que evade «el teque» y «la muela» para educar, haciendo uso de la imaginación, material con el que construye el universo interior de su prole a través del cultivo del hábito de la lectura.
A ser coherentes y valientes, invita el neófito escritor, del que esperamos muchas otras historias porque el rol de padre, como el materno, no tiene descanso. El lenguaje sencillo predomina en el texto, comprensible, lo convierte en una herramienta educativa para la familia más allá del lugar geográfico donde se encuentre.
Raúl Guzmán Pileta es guantanamero de nacimiento, pero creció y se formó en Bayamo, luego estudió en la Universidad de Oriente una carrera de Ciencias, aunque siempre tuvo inquietudes artísticas, expresadas a través de la composición musical y la habilidad de tocar diversos instrumentos. Sus composiciones sobresalen por la belleza en su lírica dedicada al amor, la vida, entre otros temas universales. «Sofía» una canción que nació inspirado por la llegada al mundo de su primera hija, desborda los afectos y la delicadeza no exentos de la naturaleza masculina.
Para Emily y Sofía fueron ideados estos cuentos, resultantes del amor filial y con la espontaneidad que la vida marca, luego se convirtieron en letra impresa y por fortuna ahora son patrimonio común para que podamos leerlos a nuestros hijos y nietos, y aportar desde la literatura a la formación de las futuras generaciones.
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