Primero porque queríamos decirlo. Después porque no podíamos decirlo y no insistimos, esto es, que no insistimos ni siquiera cuando queríamos. Después porque podíamos; después porque creíamos que podíamos o, porque creíamos, después que se podía, que ya entonces cualquiera podía decirlo. Siendo que comprendimos, si es que muchos lo logramos (un poco más sueltas las cadenas, es verdad) que no cualquiera podía, que no teníamos las herramientas y que bien, falta que nos hacía, a lo sumo, un proceso de síntesis (orgánico) de maduración, tan dramático casi, un proceso, digámoslo así, de absorción y el otro, el que ahora ya sabemos de acumulación.
Y una obra Tender buttons (1914) tal vez nos hubiera ayudado. Experiencia única, sutil, imperceptible un tanto, en el campo de la poesía. Ciertamente el lenguaje, ciertamente la prosa del lenguaje. O la poesía que atesora la prosa del lenguaje o el lenguaje de la prosa que para nosotros… en fin, fatalidad y equilibrio, ciertamente. Yo, si es que valoro algo, y en virtud del espacio, valoro eso. Michael Davidson (Davidson, les advierto es muy profundo) en un brevísimo ensayo:
Stein ha sido perseguida por dos juicios antitéticos. Uno propone que su escritura es solo juego, que deriva directamente de sus primeras investigaciones con William James sobre el automatismo motor, y que más tarde fue vigorizada por el formalismo cubista. La otra postura sugiere que Stein es una especie de simbolista hermética que codifica información sexual y autobiográfica a base de complejas maquinarias verbales que contextualizan sus propios entornos. Ambos puntos de vista funcionan en el mismo sentido: el del paradigma referencial. Uno pretende que su escritura signifique nada y la otra sugiere que tenga un significado intrínseco. Pero lo que hace tan vital a Botones tiernos no son las estrategias para evitar significar, sino cómo cada texto apunta hacia diferentes posibilidades de significado.
¿Pero de qué y quién hablamos? Al principio, y sin referirnos directamente al caso, a la literatura homoerótica. 1989 resulta en nuestros predios un parteaguas. ¿Y después? Bueno, después Tender buttons. Su autora (la autora de Tender buttons) vio su vida entre dos siglos, su vida entre dos continentes: Allegheny, Pensilvania, 1874- París, Francia, 1946. Solo que —y esto es lo que nos ha traído aquí—, Stein fue mucho más. Recuerdo un bello poema donde uno de los más activos concretistas, el brasileño Augusto de Campo, la retrata, la recrea: «Gertrude e una Gertrude». Hemingway dice de ella en París era una fiesta, pero ya antes ella había dicho no solo de él sino de Sherwood Anderson y Thornton Wilder. Y terminó arropándolos con un calificativo: Une généretion perdue. Y fue amiga de muchísimos pintores: Braque, Matisse, Picasso… Picasso sobre todo. Atesoró de muchos de ellos una valiosa colección.
Su obra, la obra de Gertrude, tan vasta casi como su propia vida: Ser norteamericanos (1925), La autobiografía de Alice B. Toklas (1933), Conferencias (1935), Brewsie y Willie (1946), etc.
¿Y de regreso a Davidson?:
La cuestión no es qué quiere significar ella, sino «cómo». Si esta actividad resulta difícil es porque nuestros hábitos de lecturas se han basado en la aceptación pasiva de los criterios sobre lo que es adecuado; Stein —concluye Michael Davidson en su brevísimo ensayo— socava este modelo con un lenguaje sencillísimo para que podamos leer por primera vez —de nuevo.
Ya les decía yo que el señor Davidson (notable poeta por demás) es muy profundo.
Nada elegante
Un hechizo, un simple hechizo es dudoso. Si el rojo es rosa y hay una puerta alrededor, si el interior es estar dentro y hay lugares que cambian, entonces ciertamente algo es recto. Algo es extremo.
Rosas rojas
Una fresa roja y un rosado que corta rosado, un colapso y un hueco vendido, un poco menos caliente.
Una chuleta
Una agitación ciega es viril e incluso más probable.
Un abrigo azul
Un abrigo azul es llevado lejos, llevado y llevado lejos, aquel es el particular color usado para aquel largo y no cualquier ancho aún más que una sombra.
Una sombrilla
Un alto colorido significa que la extraña razón está frente no más al frente y detrás. No más al frente en la paz del punto.
Un fuego
Qué era el uso de todo un tiempo para enviar y no enviar si había que ser el tipo de cosa que hace que entre. Una carta fue sutilmente enviada.
Post Scriptum
(1)
En este texto, leído por una actriz, Gertrude Stein juega con la palabra sweet («dulce») y el nombre de su amiga Susie:
Dulce dulce dulce dulce dulce té. / Susie Asado. / Dulce dulce dulce dulce dulce té. / Susie Asado. / Susie Asado que es una bandeja contada sin duda. / Una inclinación en el zapato significa soltar soltar los suyos. / Cuando la antigua luz gris limpia es amarilla, / es uno que vende.
(2)
Fue gracias a la aparición reciente del primer volumen de los Diarios de Susan Sontang que nos fue posible encontrar el siguiente dato acerca de los últimos momentos de Gertrude Stein. Va como sigue:
En relación a la muerte de Gertrude Stein: salió de un coma profundo para preguntar a su compañera Alice Toklas: «Alice, Alice, ¿cuál es la respuesta?». Su compañera respondió: «No hay respuesta». Gertrude Stein continuó: «Bien, entonces, ¿cuál es la pregunta?», y cayó muerta.
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