Las publicaciones del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau siempre han estado presentes en todas las ferias del libro celebradas en La Habana y en otras provincias del país. En particular, de su grupo de Ediciones En la Memoria, siempre hemos presentado entre ocho y nueve títulos. No obstante, este año y a pesar de las dificultades existentes con los insumos de papel, hemos logrado presentar dos títulos en esta importante sede cultural capitalina. Uno, La Habana de Pablo, realizado en coedición con Ediciones Boloña y la Oficina del Historiador, y este otro que presentamos hoy aquí, titulado Diario de mi primer viaje. Alemania-Febrero, 1972, de la autoría del trovador Augusto Blanca, con prólogo del cantautor Silvio Rodríguez, y diseño de cubierta y composición de Katia Hernández y de Enrique Smith.
Así expresó Jesús García, productor del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a Cubaliteraria, en la sede habanera de la Casa del Alba Cultural, momentos antes de la presentación de Diario de mi primer viaje…, «título que seguramente será del agrado de todos los lectores que lo adquieran; muy ameno en su lectura, al igual que muy revelador de incontables acontecimientos de esa época de los años setenta en un país como la otrora República Democrática Alemana».
Por su parte Estrella Díaz, periodista de dicho centro cultural, recalcó que «aunque nuestra institución poseía varios títulos para ser presentados en esta Feria Internacional del Libro de La Habana, no declinó en esfuerzos para traer las obras anteriormente mencionadas. Diario de mi primer viaje…, se incluye en Ediciones Ojalá. Un libro realmente simpático al relatar anécdotas y vicisitudes de Augusto Blanca, durante aquel, su primer viaje al extranjero. Este diario lo escribió a petición de su madre, quien estaba deseosa de conocer cómo transcurrió la visita de su hijo en aquel país europeo, la entonces República Democrática Alemana (RDA). Todas estas notas permanecieron guardadas en una gaveta por parte del autor. Tras el fallecimiento de su madre, Augusto decide publicarlas», explicó. «Lo concibo como el encantamiento de una persona que viaja por vez primera al extranjero. Sin lugar a dudas que este es un libro que se disfruta a plenitud, por su sinceridad e intimismo».
En 1972 el trovador Augusto Blanca fue convocado, junto a Silvio Rodríguez y Eduardo Ramos, a integrar la delegación cubana que participaría en el Tercer Festival de la Canción Política de Berlín, RDA; propuesta personal y primera para Blanca de viajar a otro país. Es así cómo en dicho título Blanca rememora sus experiencias durante aquella visita, al igual que incluye algunas de las canciones que se interpretaron en dicho evento, y fotos diversas. Este testimonio del pasado, cargado de situaciones que el tiempo no ha logrado borrar, constituye prueba irrefutable del poder de la amistad, del profundo amor por la familia y del anhelo de retorno a la Patria.
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