Quien bien te quiere… Las tres grandes pasiones de Alberto Luberta, de la M.Sc. Caridad Martínez y el Lic. Jorge Alberto Piñero «Jape», es el título del libro publicado por la Editorial En Vivo (Instituto Cubano de Radio y Televisión) y presentado en el contexto del aniversario 102 de la Radio Insular, como cálido homenaje a la sagrada memoria del escritor Alberto Luberta Noy (1931-2016), Premio Nacional de Radio y Premio Nacional del Humor.
El ejemplar, escrito con «afecto y respeto ternísimos» —como versa la frase de José Martí— por la vida y la obra de este director de radio, se debe, en lo fundamental, a Caridad Martínez, su compañera en la vida y en el arte, que dedicó una buena parte de su desempeño artístico-profesional a la radio cubana. Concretamente, estuvo vinculada a la nonagenaria Radio Progreso, la «Onda de la Alegría», donde se acogió a la jubilación, no así al retiro.
Por tanto, nadie mejor que la también profesora de la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), de la capitalina Universidad de las Artes (ISA), para colocar en manos del lector libretos confeccionados originalmente por Luberta para el espacio humorístico-musical Alegrías de Sobremesa. Además, compartió parodias, anécdotas y las diversas situaciones que configuraran la fecunda leyenda profesional y personal escrita por el eminente intelectual cubano, ciento por ciento.
En el citado texto, se evoca la grandeza humana de quien hiciera reír —y, además, reflexionar—, con sus originales pinceladas humorísticas, a millones de radioyentes durante más de medio siglo en que se mantuvo en la parrilla de programación de la Decana de las Emisoras Cubanas, el estelar espacio Alegrías de Sobremesa.
Quien bien te quiere… deviene ocasión propicia para evocar la genialidad de ese Luberta que prestaba oído a las palabras, expresiones y relatos escuchados en espacios cotidianos, como los ómnibus urbanos, los «almendrones» y los barrios. Nos invita a conocer —a través de las páginas de ese «pequeño gran libro», como estoy seguro lo calificaría el multilaureado poeta y ensayista Cintio Vitier (1921-2009)— a un excepcional cronista de su tiempo… y de todos los tiempos. La humildad y sencillez de quien solo con 15 años de edad desempeñara la función de copista en el medio radial, y posteriormente, se convirtiera en escritor de grandes quilates, resaltan en las páginas de este volumen.
Recuerdo con especial cariño y admiración los tiempos en que tuve el honroso privilegio de conocerlo personalmente y de ser su compañero y amigo, cuando trabajábamos juntos en la «Onda de la Alegría». En una ocasión y sin que se diera cuenta, porque —según me confesó sinceramente— era «alérgico» a las entrevistas periodísticas…, pude hacerle unas cuantas preguntas. Fue una mañana en que se encontraba sentado en el portal de Radio Progreso, pero lo que no podía imaginar, y mucho menos sospechar, era que sería la última vez que vería con vida a aquel fundador del gustado espacio Alegrías de Sobremesa.
A 102 años de existencia, la radio cubana se enaltece con la obra de hombres de la estatura ética, humana y profesional de Alberto Luberta.
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