La adoptaron al nacer. Sus nuevos padres pensaron que llevaban a casa a una pequeña de orígenes latinos. No les importaba mucho el lugar específico, solo el hecho de pertenecer iba a validar la presencia de la recién nacida en el seno de una familia llegada a Estados Unidos desde Cuba.
Sin embargo, años más tarde, la niña, ahora convertida en mujer apaleada por la vida, busca desandar el camino transitado para encontrar respuestas y, en alguna de ellas, encontrarse a sí misma. Así, descubre que sus genes están lejos del Caribe y de cualquier espacio latinoamericano. Lo que toda su vida consideró suyo, su identidad eran, de pronto, falacias, prótesis añadidas a un cuerpo y una mente en formación.
Pero, ¿cómo se deja de pertenecer? ¿Qué determina realmente una identidad? ¿Qué sucede cuando la decisión de pertenecer a una comunidad es cuestionada por una sociedad que no entiende de intersticios, solo de absolutos?, ¿por una sociedad en la que eres o simplemente desapareces?
What happens when a Latina not only doesn’t look the part but also doesn’t write the part? What happens to Latina writers who cross not only boundaries of nation and culture in their lives but also borders of genre and subject matter in their work? When the content and style of Latina literary productions confound market expectations and publishers’ readymade packing plans, what happens to those manuscripts? For me, all the myths have come undone. I don’t fit. I don’t fit, and that’s okay, and that’s where I write from: that jagged, smashed place of edges and fragments and grief, of feeling lost, of perilous freedom. I extract small fragile bones from the sand, dust them off with my brush, and build strange, urgent new structures, knowing too well how small my island is, how vast and rising the sea. [1]Castro, Joy, 2012. «Island of bones». p.9.
Así nos habla Joy Castro, convertida ahora en autora, pues todos esos caminos desandados la llevaron a conquistar las palabras, a trazar con la pluma las complejidades del pertenecer. De esa pluma inquieta nace Nola Céspedes, una ambiciosa periodista que transita las calles de Nueva Orleans para sacar a la luz el crimen, los racismos, las oscuridades de un sistema que, cada vez con más ahínco, convierte la sociedad en un espacio de terribles diferencias, donde algunos se salvan y otros perecen.
Es Nola Céspedes la protagonista de dos de los thrillers publicados por la autora: Hell or High Water (2012) y Nearer Home (2013). Aunque se trata de relatos construidos según las reglas de un género muy atendido por lectores no especializados y de ciertas caracterizaciones estereotipadas, Joy Castro no duda en convertir estas dos novelas en mucho más que la investigación de un crimen y la revelación de los culpables.
Son, ante todo, una puesta en evidencia de los desajustes morales y éticos de la sociedad, al tiempo que un estudio sobre la identidad de la mujer latina en Estados Unidos. Una identidad que el lector conoce de a poco, al ritmo de una narración pausada, porque Nola, a través de sus peripecias por la ciudad también se va descubriendo, se va develando frente al lector, pero también frente a ella misma.
Aunque se trata de dos obras de incuestionable mérito, lo mejor de la autora se encuentra en su narrativa de no ficción. Su testimonio, The Truth Book: Escaping a Childhood of Abuse Among Jehovah’s Witnesses (2012), es una obra de proporciones épicas en la que explora una infancia plagada de fanatismo religioso, abuso sexual, violencia y abandono. Sin embargo, no es un regodeo en la tristeza, mucho menos busca la conmiseración del lector. Es una historia de crecimiento personal, de aprendizaje, de encuentro con las raíces, de elección de raíces, de amor por la lectura y la escritura.
Y es precisamente en la funcionalidad de la escritura donde la obra adquiere su máximo valor. Escribir es la única forma de conquistar la memoria, de legitimar los recuerdos, de esclarecer el pasado, de reconstruir una verdad que no es absoluta pero es suya y, por tanto, suficiente para posicionarse en el mundo y afirmar su identidad des-centrada, incómoda para muchos, pero tan necesaria.
The Book… es también una reflexión sobre la responsabilidad ética de escribir una memoria. Hay una pretensión de verdad en todo testimonio, en cada recuerdo que lo conforma. Pero, ¿es la misma verdad que defienden todos aquellos que refiere el memorialista? ¿Qué valida a un autor para visibilizar los relatos de los que solo tienen un carácter pasivo en lo que se cuenta, los que son recordados desde las circunstancias del otro? La honesta búsqueda de respuestas, nunca la comercialización de hechos, plantea Joy Castro como solución ante esas problemáticas, como solución a un tema que la obsesiona.
Sin embargo, como profesional de la literatura sabe que de las obsesiones e intuiciones no pueden sacarse todas las respuestas. De esta posición nace Family Trouble: Memoirsts on the Hazards and Rewards of Revealing Family (2013), libro que la tiene como editora. Se trata de una compilación de ensayos en los que autores de testimonios reflexionan sobre las complicaciones y responsabilidades nacidas de cultivar esta modalidad literaria. No brinda respuestas únicas a las preguntas antes lanzadas, es más bien un llamado a seguir reflexionando, una exploración de la experiencia del otro.
Joy Castro es profesora de escritura creativa y tiene otras publicaciones que más o menos delinean las problemáticas aquí expuestas. La crítica, especializada o no, la ha dejado de lado y es casi una gema escondida. Pero hay que leerla, pensarla, dialogar con ella por las respuestas que brinda y por las preguntas que lanza; porque convierte la identidad en más que una cuestión biológica, más que el cumplimiento de requisitos. Ser latina, pensarse latina, escribirse y recordarse como tal, nos dice Joy Castro, es ante todo una elección.
Visitas: 21
Deja un comentario