Rufo Caballero Mora (Cárdenas, 1 de octubre de 1966- La Habana, 5 de enero de 2011) fue ensayista, narrador, crítico de arte y de los medios audiovisuales, investigador y profesor universitario, comunicador y realizador audiovisual. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) —en tres de sus asociaciones: Escritores, Artes Visuales, y Cine, Radio y TV—, y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
En 1990 obtiene la licenciatura en Historia del Arte, con Diploma de Oro, en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana (UH). Realiza varios estudios de posgrado sobre arte y posmodernidad, semiología del cine y cultura cubana. En 1994 cursa una especialización en Lectura Psicosociológica del Cine, impartida por el teórico Noel Bürch, en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños.
En 1999 se doctora en Ciencias sobre Arte, especializado en Dramaturgia Fílmica Posmoderna, y en 2009 se titula doctor en Ciencias, alcanzando ambos grados científicos en el Instituto Superior de Arte (ISA). Llega a ser Profesor Titular de la Facultad de Artes y Letras de la UH, Profesor Titular Adjunto del ISA e Investigador Auxiliar del Instituto Cubano de Investigación Cultural «Juan Marinello».
Desde principios de los años noventa hasta 2003 se desempeña como redactor y editor de Revolución y Cultura. En 1997 comienza a impartir Estética y Teoría de la Cultura, en la Universidad de Los Andes, Bogotá (Colombia). De 2003 a 2005 es profesor de Narratología y jefe de la Cátedra de Humanidades en la EICTV de San Antonio de los Baños, La Habana. Entre 2005 y 2006 trabaja como asesor de dramatizados en la TV cubana.
De 2005 a 2009 dicta la asignatura Televisión y Video, así como el Taller de Crítica Audiovisual, en la Facultad de Artes y Letras de la UH, donde además atiende metodológicamente la disciplina de Teoría de la Cultura Artística. Durante sus dos últimos años de vida, funge como asesor de la Vicerrectoría.
Premios y distinciones
Durante los años noventa recibe en tres oportunidades el Premio «Eduardo López Morales», en investigación o crítica, por los textos La democracia del sabor, Cine caribeño: una utopía tan paradójica como inspirada y El carnaval y el poder, la luz y la muerte en la poética de Tomás Gutiérrez Alea: Otra pelea cubana contra los demonios. En 1999 obtiene el Premio Anual de Investigaciones del entonces Centro «Juan Marinello» con su manuscrito «Sedición en la pasarela. Cómo narra el cine posmoderno».
También resultó acreedor de los premios Abril y 30 de Noviembre, ambos en ensayo crítico, por su libro «La década prodigiosa» (aún inédito). Además, su obra América clásica, un paisaje con otro sentido recibe el renombrado Premio de Ensayo Hispanoamericano «Lya Kostakovsky», de la Fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón (México).
En 2002 le otorgan el premio «Razón de ser» por el proyecto de novela «La última pintura», y el Premio Nacional de Crítica Cinematográfica por su volumen Un hombre solo y una calle oscura. Los roles de género en el cine negro. Con apenas treinta y seis años, en 2003, le confieren la Distinción por la Cultura Nacional. En 2004 gana el Premio de Ensayo sobre Cine en Iberoamérica y el Caribe (auspiciado por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano) con «Cine latinoamericano: Un pez que huye. Análisis de la producción entre 1991 y 2003».
A la altura de 2006, con cuarenta años, ya había recibido en diez oportunidades el Premio «José Manuel Valdés Rodríguez» (en ensayo, investigación o crítica) del concurso Caracol de la UNEAC, en virtud de los textos «La democracia del sabor», «No hay cine adulto sin herejía sistemática», «La apacible vehemencia de los náufragos», «El deseo en libertad. Para otro acercamiento al erotismo en el cine», «El rincón de la paciencia», «Menudas advertencias. Las tensiones literatura-cine en la cultura cubana», «La ofrenda. El cine cubano en 2005», «Erotismo y nación en el cine de Humberto Solás» y «Lágrimas en la lluvia. Dos décadas de un pensamiento sobre cine», así como al conjunto de emisiones de su programa televisual La columna.
En 2007 merece el prestigioso Premio de Ensayo de la revista Temas, en la modalidad de Estudios sobre Arte y Literatura, por el texto «Arte cubano, 1981-2007: Dime lo que más te ofende». En 2008 es galardonado con el Premio Anual de Investigación de la Universidad de La Habana por su libro Un pez que huye. Cine latinoamericano 1991-2003. Análisis estético de la producción, editado por Arte y Literatura el año anterior. En 2009, esa propia obra se alza con el Premio de la Academia de Ciencias de Cuba y el Premio Anual de Investigación del «Juan Marinello». También en 2009, obtiene una mención del Premio de Cuento «Julio Cortázar» por su relato «Los que fueron al bosque de avellanos».
Escribió más de 15 títulos entre ellos: Aquí el problema es no morirse (Casa Editora Abril, col. Pinos Nuevos, La Habana, 1994); A solas con Solás (sel. y pról.) (Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1999) y Cien años sin soledad. Las mejores películas latinoamericanas de todos los tiempos (comp., junto a Carlos Galiano) (Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1999).
Durante más de dos décadas, su colaboración en más de cuarenta revistas y periódicos dentro y fuera de Cuba sobrepasa los 400 textos entre artículos, ensayos, reseñas y entrevistas. Entre los medios de prensa plana que con mayor asiduidad publicaron su obra, destacan los nacionales Temas, Revolución y Cultura, La Gaceta de Cuba, El Caimán Barbudo, Juventud Rebelde, Unión, Artecubano, Casa de las Américas, Cine Cubano, Cartelera Cine y Video, nuestro portal Cubaliteraria y el Diario del Festival. Colaboró, igualmente, con los extranjeros Fresa y Chocolate (Argentina) y El Espectador (Colombia), siendo columnista habitual, coordinador de secciones, redactor o incluso miembro del consejo editorial en varios de ellos.
A pesar de tener una vida relativamente breve, Rufo Caballero dejó una huella duradera en la cultura cubana. Carismático y multifacético mereció el cariño y respeto de cuantos le conocieron.
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Con información del libro Rufo Caballero: un ídolo imposible. La caricia del látigo (Ediciones ICAIC, 2016), con prólogo de Francisco López Sacha.
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