A mediados del mes de septiembre recibí un correo de Lorenzo Lunar y Rebeca Murga invitándome a ser jurado del Concurso Internacional Fantoches de novela negra, que se convoca desde Santa Clara. Acepté con placer. Nunca había sido jurado de un concurso de novela negra aunque sí de novelas policiales, que aunque se parecen no son lo mismo desde su contenido. Los otros compañeros que integraban el jurado eran los villaclareños Mario Brito y Liany Vento, quien nos daría su parecer desde Chile, su lejano país de residencia.
El día 1ro de octubre los tres miembros del jurado recibimos vía email ocho libros finalistas, ocho buenos libros, que debíamos leer antes del 20 del mismo mes. A los pocos días empezamos a intercambiar correos con la intención de ponernos de acuerdo, pero los tres teníamos posiciones encontradas, aunque siempre amables, respetuosas e inteligentes, y con sólidos argumentos. Al final, evidentemente antes del día 20, por unanimidad, se le otorgó el premio a la novela La chica del lunar, del autor villaclareño Manuel Quintero Pérez, quien tiene sesenta y siete años, es ingeniero, periodista y ha trabajado en organismos internacionales desde 1979, residiendo en países como México, Ecuador y Suiza. Es también editor, ha publicado artículos y ensayos sobre temas de comunicaciones; es coautor de dos biografías de líderes económicos latinoamericanos, y es autor de los títulos La casa del pozo sagrado y de Tarde de suerte, ambos publicados por la editorial Círculo Rojo, de España.
La premiación del concurso se efectuó en el contexto del Encuentro Nacional de Escritores de Literatura Negra, celebrado también en Santa Clara del 24 al 27 de octubre, adonde asistí como invitado. La actividad comenzó con el recibimiento de los invitados y participantes en la librería La piedra lunar. Por la noche hubo un concierto en la sede de la UNEAC.
Al día siguiente se celebró un panel en la emisora radial provincial CMHW sobre El policíaco en la radio cubana. Por la tarde, a las cuatro, tuvo lugar la inauguración de la exposición de artes plásticas titulada Cosecha Moir, de la autoría de Lorenzo Lunar. Y posteriormente, se celebró, en la Dirección Provincial de Patrimonio, la tertulia Isla en negro ¿Por qué escribimos literatura negra en Cuba?, moderada por Mario Brito, y con la participación de todos los escritores invitados.
El viernes 26 en la mañana se celebró el panel Significación de la obra de Leonardo Padura en el policíaco cubano, que sesionó en la sala Agresta de la UNEAC, donde me tocó participar y significar el cambio que había sufrido este género con la autoría de Padura y la aparición de su personaje Mario Conde, y cómo los medios de información desconocían los éxitos de Padura, que se ha convertido en uno de los escritores contemporáneos con más reconocimiento en el mundo literario, asunto este que no pasa solo con Padura, sino con muchos escritores de ficción.
En esa misma mañana se celebró la lectura de cuentos policíacos por parte de lo escritores invitados y luego en la tarde, el escritor Rafael Grillo dirigió un conversatorio titulado La parodia en el policíaco cubano, lo cual provocó varias intervenciones interesantes. En la tarde se presentó la novela Muerte en la campaña que fue premio del Concurso Fantoches en 2017 de la autoría del escritor chileno Eduardo Contreras Villablanca, y luego fue la premiación del concurso en el 2018 en el Centro Cultural Cubo de Luz.. El sábado 27 todos participamos en el Festival del Libro de Uso, en la librería La piedra lunar.
Como pueden imaginar, mis amigos lectores, el evento fue de mucha intensidad, pero también de profundo contenido, y donde yo, que no escribo novelas negras ni policiales, me zambullí en ese mundo gracias a las intervenciones magistrales de muchos de los presentes.
Gracias, Santa Clara. Gracias, Lunar y Rebeca.
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