Hace unos días encontré un libro muy interesante y original. Su título es Soñando entre los cuentos y es de la autoría de Rigoberto García Agén y, aunque aún está inédito, tiene cualidades y proposiciones muy acertadas en lo que respecta a la relación de pareja, así como al respeto y solidaridad que merecen las mujeres.
Rigoberto García, su autor, es miembro de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, y estuvo varios años en Bogotá, Colombia, impartiendo clases de fotografía en la Academia de Cine y Fotografía «Zona Cinco». Además, fue jurado del Primer Concurso Nacional de Fotografía «Revela Colombia» y de variadas Tesis de Grado en la Universidad Salle College. También es Ingeniero de Transporte Marítimo y Profesor de Química. Este autor tiene, además, ocho libros terminados y que, al igual que este, corresponden al género «literatura infantil».
En sus inicios tuve la oportunidad de revisar el libro y ante la solicitud de su autor, escribir el prólogo del mismo y que, a continuación, comparto con los lectores de Cubaliteraria.
Soñando entre los cuentos es un texto de un autor que evidentemente domina las imágenes, el ritmo y los movimientos escénicos. Lleno de intensidad, originalidad y frescura, se acerca a viejos cuentos infantiles clásicos que hoy alcanzan carácter universal, como pueden ser «La Caperucita Roja», «Cenicienta», «La Bella Durmiente», «Pocahontas», a través de los que maneja conceptos esenciales para la propia vida como el amor a la pareja, la fidelidad, el homenaje perpetuo y permanente a la mujer, la angustia de la soledad y otros temas muy humanos y vigentes en la sociedad cubana actual y en el resto del mundo, con los que busca asomarnos a la realidad de sus sentimientos.
El texto es una ficción onírica que pudiera ser contada por muchos escritores de variadas formas, pero en este caso la imaginación y la creatividad se mezclan con una fantasía hiperbolizada, lo cual hace que la prosa sea asumible tanto por adultos como por jóvenes púberes, y hasta por niños, dado el desarrollo que los infantes alcanzan hoy de manera impresionante a pesar de su corta edad, gracias a la educación que reciben y al desarrollo de las nuevas tecnologías.
Los sueños marcan escenas que se repiten y tienen que ver con miedos ocultos y anhelos no alcanzados, que luego se insertan en la propia historia de los cuentos clásicos, convirtiéndolos en una versión muy original, que logra paráfrasis y acercamientos a la época de las viejas narraciones.
Son cuentos bien armados, bien escritos y que, como es usual en la literatura contemporánea, mezclan el lenguaje del ensayo con la crónica literaria y la pura ficción nacida de una imaginación desbordada. Los personajes casi siempre ficticios nos introducen en una realidad imaginaria que embriaga, seduce y atrapa, hasta convertirnos en marionetas conducidas por los hilos que la trama encierra.
En la introducción al texto se manejan ciertos conceptos que también consolidan la concepción de este, pues, como afirma el autor: «Los cuentos pueden considerarse una planificación estratégica de los pensamientos de un escritor que, de forma simplificada, precisa, elocuente y a veces poética, se describen las acciones en los más asombrosos escenarios».
Soñando entre los cuentos es un tributo a los grandes escritores que han creado historias bellas y elocuentes, en las que muestran al amor como sentimiento que guía la conducta humana. Es un llamado a la reflexión de todos los hombres que tienen la dicha de amar a su pareja y son amados por esta, y que además ven en ella el vínculo supremo de nuestro andar por la vida. Es vivir y disfrutar esa realidad y sentir la intensidad de cada personaje en estos cuentos, o crear desde ellos un nuevo escenario al percibir que, de alguna manera uno los ha vivido.
El libro hace notar que el amor llega a nosotros a cualquier edad, y nunca debemos cerrarle las puertas cuando se acerca a fin de cambiar radicalmente nuestras vidas, para lo cual se emplean argumentos que dan a este el papel protagónico en las situaciones más variadas y complejas, para así decir: «el amor es entrega y no sometimiento, libertad y no yugo, lealtad y no engaño».
El libro está compuesto por diez relatos acompañados con imágenes del propio autor relacionadas con las circunstancias que se manejan en el argumento.
Las acciones están organizadas y dirigidas por un personaje de ficción llamado «El duende» que, de inicio a fin, lleva el sendero de lo que se cuenta y, como colofón, reflexiona sobre lo acontecido como si aconsejara al autor.
El capítulo final lo considero magnífico, pues «El duende» hace un amplio análisis de los contenidos que se han manejado a lo largo de las historias y lo convierte en una forma de cerrar con un comentario sobre la delicada situación que vive el mundo hoy, en el necesitamos el amor para neutralizar la maldad que existe en muchos individuos, casi siempre poderosos económicamente y que en realidad gobiernan al mundo.
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