En una nota al pie de Una habitación propia, en relación con James Frazer y La rama dorada, Virginia Woolf dice que los antiguos germanos creían que había algo sagrado en las mujeres, y que por ese motivo consultaban a muchas de ellas como oráculos. No estoy insinuando que Anna Lidia Vega sea un oráculo, pero sí […] Leer más