Conversador imparable, lleno de anécdotas, proclive a la risa y el chiste, conocedor de la literatura cubana al punto de citar decenas de autores y librerías ejemplares de toda nuestra nación, prueba —como aseguró el narrador Enrique Pérez Díaz— de que Álvaro Castillo es «un verdadero librero» que ancló en el alma del pueblo cubano. Leer más