Siempre que releo los cuentos de Casas del Vedado, comprendo de inmediato que, por ejemplo, el sentido del humor de María Elena Llana es indestructible, así pasen muchos años. Pero no sólo eso —algo que podemos sentir a flor de texto en historias como “En familia” o “De Baccarat”—, sino que, como he dicho en otras […] Leer más