Desde la literatura también se construye un país, tu país, pero a la vez el de todos esos que están a tu alrededor, todas sus voces, sus conflictos, que desde el acto de la escritura se incorporan a un diálogo a nivel mayor, un diálogo que trasciende el día a día, que se entabla con tu tiempo, y más allá, con la Historia.
Así lo afirmó el reconocido dramaturgo, narrador y promotor cultural Ulises Rodríguez Febles (Cárdenas, 1968), quien fue el invitado de Como ángel cierto, espacio que tiene lugar mensualmente en la Casa de las Letras Digdora Alonso, en la ciudad de Matanzas, dedicado al reconocimiento de personalidades de la cultura en este territorio.
Más allá del hecho elemental de que es un ejercicio terapéutico —añadió Rodríguez Febles— que te permite abrirte, liberarte, comunicarte a plenitud con los demás; el escribir hace que te sientas orgulloso de estarte integrando a un país desde una perspectiva activa, aportándole lo que sientes que es imprescindible que se diga, que se escuche, pero sobre todo que se piense y se discuta.
El invitado de Como ángel cierto especificó que si «uno vive este país, si uno lo camina y uno lo siente, es casi inevitable que esta circunstancia marque de una manera u otra lo que se escribe», aunque se mostró insatisfecho con que sus acercamientos a nuestra realidad se hubiesen interpretado «demasiado esquemáticamente», encasillándolo como un autor que solo se ocupa de «determinadas temáticas, sobre todo las más cercanas», cuando en verdad, según él cree, su obra tiene múltiples perspectivas que lo ubican más allá del mero cronista.
En la Casa de las Letras Digdora Alonso, sede de Ediciones Matanzas, Rodríguez Febles comentó sobre su interés por las letras desde la infancia campesina en su natal Valle de Guamacaro, provisto por sus padres con muchos libros y muy enfocado en escribir, «lo que fuera, hasta el guion de los juegos con mis primos, que venían mi casa los fines de seman»”.
También comentó acerca de sus inicios en el teatro, de su desempeño como director de grupos en la secundaria y la universidad, y de su desempeño como actor en los mismos, y, ya en otro nivel, en los colectivos matanceros Papalote, El Mirón Cubano y Teatro D’Sur.
Recordó que fue para este último grupo que escribió su primera obra importante, iniciando una carrera que lo llevaría a ser el gran dramaturgo que hoy es, con cerca de 30 piezas teatrales, buena parte de las premiadas y llevadas a la escena en Cuba y en el extranjero. Llamó la atención el anuncio de que acaba de terminar una pieza, Desastre, que será montada próximamente por Teatro D’Sur.
En Como ángel cierto, espacio coordinado por Alfredo Zaldívar Muñoa, Ulises Rodríguez Febles se refirió asimismo a importantes experiencias como guionista radial y, en especial, abordó su incursión desde hace algunos años en la narrativa, género al que había dado la espalda para dedicarse a la dramaturgia, aunque en sus comienzos lo había desarrollado con éxito, como lo demuestra el hecho de que formara parte de Los últimos serán los primeros (Letras Cubanas, 1993), emblemática antología de la cuentística cubana preparada por Salvador Redonet a principios de los años 90.
Rodríguez Febles hizo énfasis en las posibilidades expresivas que le brinda la novela, género en el que ya ha concluido tres obras: Minsk (Ediciones Unión, 2015; Premio Cirilo Villaverde de la Uneac 2014); Las últimas vacas van a morir (Premio Guillermo Vidal 2017, en proceso de impresión por Unión) y una tercera, «aún inédita, abriéndose camino».
El autor se mostró muy angustiado por el hecho de que aún no haya sido publicada Las últimas vacas van a morir, una obra muy peculiar, relacionada con el mundo agrario de la isla en la época revolucionaria, pero considerada como muy innovadora por la manera en que refleja esta temática, y elogiada por importantes narradores cubanos como Francisco López Sacha y Alberto Guerra Naranjo.
La escritora y periodista Maylan Álvarez, quien condujo la entrevista que se le hizo en Como ángel cierto, también pidió al invitado precisiones sobre su volumen de minicuentos El señor de las tijeras, que Ediciones Aldabón dará a conocer en la venidera Feria del Libro de La Habana, FILCUBA 2020, y que su autor considera que reúne «pequeñas dosis de cuentos, inspiraciones o terapias que más allá de la mera catarsis emplazan a nuestra contemporaneidad».
En Como ángel cierto se dieron lectura a palabras de elogio donde Rubén Darío Salazar, director de Teatro de las Estaciones, y la crítica Vivian Martínez Tabares se refirieron a los aportes de Ulises Rodríguez Febles como dramaturgo, como narrador, como promotor del teatro cubano y como director de la Casa de la Memoria Escénica.
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