A Marta Rojas no le gustaba revelar su edad, pero era como un secreto a voces para todos los que en algún momento trabajamos en el periódico Granma, donde se mantuvo activa hasta el final de sus días.
Hace pocas horas conocimos de su fallecimiento. Con ella se va una de las voces del centenario, la que pensó que cubriría en el año 1953 las festividades por los carnavales de julio en Santiago de Cuba y terminó convirtiéndose en «la periodista del Moncada», sorteando censuras y obstáculos.
Se dedicó a dos grandes pasiones, profundamente entrelazadas, el periodismo y la literatura. Fue fundadora del Granma (donde dirigió varias redacciones), corresponsal de guerra en Vietnam del Sur y Cambodia entre 1965 y 1975 –siendo la primera cubana y latinoamericana en esa condición–, y de su autoría son libros como El juicio del Moncada, El equipaje amarillo y Santa Lujuria.
Su obra le hizo merecedora de distinciones como el Premio Nacional de Periodismo José Martí, Premio Alejo Carpentier, Premio Maestro de Juventudes, y Premio Puerta de Espejo.
Llegue desde Cubaliteraria nuestras condolencias a familiares, amigos y sus colegas del Granma.
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