En peñas y reuniones de jóvenes que dan sus primeros pasos por el camino sinuoso de la creación, se juega—entre música, tragos y sonrisas cándidas—a escribir un texto que todos llaman «cadáver exquisito». Este nació como un juego, pero su condición lúdica no era la única virtud que sus creadores, los surrealistas, pretendían. También, entre otras, procuraban el carácter anónimo y colectivo del arte, lo cual si bien no es una verdad absoluta, sí nos sirve para entender por qué ninguna obra es un hecho aislado.
Para quienes oyen la frase por primera vez, puede parecerles macabra y absurda. No obstante, sabemos que esta apareció en el primer poema de tal naturaleza: «El cadáver exquisito beberá el vino nuevo…». Fue este el motivo para nombrar un acto creativo cuyo tema no tiene que estar necesariamente relacionado con la muerte, y puede evocar cualquier otra circunstancia. Por otra parte, aun cuando su regla se basa en el azar y lo impredecible, y su contenido en ocasiones sea raro e incomprensible; el supuesto absurdo se convierte en belleza únicamente comprendida desde una perspectiva onírica.
Por estos días en que las parcas ceban la tristeza, y los «heraldos negros» abren las puertas de cada mañana con noticias que no queremos creer; poetas de nuestro país y de otras latitudes han juntado sus plumas, a pesar de las distancias, en pos de la fraternidad, la armonía, el amor y la esperanza. Por cables telefónicos y redes interconectadas, han llegado versos inspirando otros versos hasta concebir lo que hemos llamado El Poema Exquisito del Verano, acción poética convocada por el Instituto Cubano del Libro y el Centro Nacional de Promoción Literaria Dulce María Loynaz, con el apoyo de la Casa Iberoamericana de la Décima y APL (Arte Poética Latinoamericana).
Tal acción, inspirada en la técnica primigenia, ha establecido sus propias pautas manteniendo aspectos esenciales de la composición original. A diferencia del cadáver exquisito, en el cual el jugador de turno muestra al próximo solo el final de su línea, como punto de partida para que se escriba la siguiente; los versos que hoy se han creado tuvieron como referencia temas escogidos al azar, los cuales se fueron desarrollando, casi siempre, sin esconder nada de lo que ya se había escrito. Poema Exquisito del Verano significa, además, que la poesía es un producto primoroso y placentero. Amén de gestarse dentro del programa de las actividades estivales del libro y la literatura, simboliza el espíritu alegre y juvenil del estío, espíritu tan necesario en estos tiempos.
Agradecemos a los poetas que participaron sin pedir nada a cambio; a los coordinadores que trabajaron con mucho entusiasmo para convocar y reunir a los creadores; a las provincias de Sancti Spíritus y Artemisa, las cuales superaron las expectativas: en lugar de un poema, hicieron dos; a la Isla de la Juventud por ofrecer sus editoriales para un futuro libro; a Yuray Tolentino, poeta artemiseña, y a los representantes de APL, porque gracias a ellos, el proyecto trascendió las fronteras de nuestra patria para hacerse sentir en otras naciones.
Nueve poemas han llegado para que se lean y se escuchen en todas partes, para compartirlos con todos, para que sensibilicen a tantas almas como sea posible, pues este ha sido el propósito: la poesía como un mensaje de aliento y un antídoto contra la amargura que oscurece horizontes. Otros llegarán, porque hay bardos que aún escriben, y aunque no han terminado por culpa del «viento malo» que los ha detenido, no han cejado en su empeño. Los esperamos con el mismo júbilo con que los convocamos, para armar juntos este cadáver que no huele a muerte.
AMISTAD
Todo estará negado sin tu luz.
Sed de tu mano en mi mano
el puerto de tu hombro para el velero
de mi cansancio y mis angustias.
Solo al mirarte
descubro en tus ojos la esperanza.
Retornas desde las lluvias antiguas
a calmar la sed y el lamento del vacío infernal
en tu alforja traes
estaciones vino peces mareas
el asombro de tu rostro
las líneas del Azimut.
Me sumerjo en tus manos para cobijar el aliento,
en su concha encuentro verdes praderas y canto,
regreso a la felicidad genésica, baluarte donde
el miedo se disipa, corazón que late, insufla
fuego a la esperanza, esa esperanza viaja
en papalotes, dentro de botellas de mar.
Vuelvo una y otra vez al nacimiento,
parte de lo que soy quedó en el horizonte, en un parque,
en las noches que salían de mí.
Pude tener vidas tras los recuerdos,
pero ahí estabas
en los ojos del transeúnte que siglos atrás
besó una ola en mi nombre.
Y sin dejar de soñar
siembro girasoles en el mar.
Quizás la luz de Ítaca
se abra en remansos de ternura
perpetúe el sueño del transeúnte
que detenido en su verdad y su trampa
guarda en secreto como astuta salamandra
el silencio de tus palabras.
Misterio del pez que puebla el infinito,
universo donde una mujer pare su angustia
multiplica panes y anuncia tu paso al caminante.
Sobre el temblor sin rostro de la madrugada
nace una semilla
de un torrente que va hacia el pecho
brota fuerte y lento el caracol por el rostro
sube por ramas que nadie ve
hasta besarte la mirada
donde cabalgan los sueños,
esa mirada infinita
que da aliento al corazón,
ilumina los senderos
derrota la duda
y me da confianza.
Aunque la oscuridad de la noche
se vierta sobre mi cabeza,
sé que llegaremos al nuevo día y su luz,
que estarás ahí
imprescindible,
único,
necesario.
Tema: La amistad.
Grupo: Granma.
Coordinador: Ángel Larramendi Mecías.
Autores: Lucía Muñoz Maceo, Zoila Sánchez Núñez, Juventina Soler Palomino, Marlene Moreno Sosa, Luis Carlos Suárez Reyes, Ángel Larramendi Mecías, Orlando López Rodríguez, Juan M. Alsina Milanés.
ELEGÍA AL AMOR
Detrás de tu beso hay un océano
donde ahogo mis miedos y nacen nuevos corales
que develan metáforas en mis ojos mudos
y acarician tu rosa en el éxtasis aquel.
La brisa espanta un poco las olas
mas, nada sucumbe como yo, a tus labios.
Sin límites el alma, más allá de la piel
Pues, no usa horizontes la ternura
ni la paciencia inoxidable ardiente que esconde
todo ese abanico de besos y abrazos.
Ni tempestades violentas
borrarán nuestras huellas en la playa.
Mi espíritu morará en ti, diluido en tus latidos,
mientras me acunes lejos de tu olvido.
Nuestras almas en olas se enredan
buscando aquel amanecer colorido.
Tu voz es la orilla de mi destino
y en tu piel me transformo en un tsunami de emociones desconocidas.
En el suplicio de los despojos olvidados, llevo tu lunar de luna Lucía
y en los miedos, una fe sin lluvia en Luna llena de amor.
Quedan rastros de la fantasía que sirvió de guarida
en la reminiscencia de una verdad sin cicatriz, trémula.
Y el recuerdo de tus besos, vivirá siempre
más allá del tiempo y del olvido.
Aunque muera seguiré viviendo, en cambio otro morirá
mientras otros lo estén viendo. La muerte no me alcanzará.
El coral canta su canto tras cada ola
mas el alma te añora como la tinta al papel.
Mi Alfonsina ha muerto de soledad en las olas oscuras,
tu barca aún navega por las riberas de la esperanza del agua salada.
Tal vez nunca te enteres de cuánto me quisiste
o de cuántos desvelos provocaron tus besos.
Irremediablemente resplandeces como el piélago del mar;
te confundo incluso entre otros más rebosantes en el firmamento.
Y de pronto te invento, te nutro de anhelos y añoranzas,
me alejo del nido, del vientre, de la patria, de la lengua materna.
Oh soledad, ruta de los andantes,
que a los labios atas con tus cálidos trópicos
cuando tus palabras cual melifluas melodías
cautivan con sensibilidad a quienes te procuran…
Y desde aquí escucho la lluvia caer sobre mi almohada
intentando devorar el silencio que sucumbe ante los pasos de mis desiertos
en la exquisitez de la noche diáfana
invoco tus labios de cayena.
Si quieres cambiar de piel, deja de dibujar
deja de dibujar gaviotas en cielos ajenos.
Soy mujer de pechos auténticos donde puedes recostar tu cabeza y dormir.
No camino con tacones, porque mis pies respiran libertad.
Tema: El amor.
Grupo: Arte Poética Latinoamericana (APL).
Coordinadores: Adalín Aldana, María Inés Iacometti y Yuray Tolentino.
Autores: Yuray Tolentino Hevia (Cuba), Adalin Aldana Misath (Colombia), María Inés Iacometti (Argentina), Heber Souza (Uruguay), Pamela Simoncelli (Chile), Liz Colman (Paraguay), Juan José Montalvo (Bolivia), Romi Carrizo (Argentina), Eduardo León (Ecuador), Abel Cardejal (Perú), Mary Ely Marrero-Pérez (Puerto Rico), Roberto Apaza (Argentina), Margreth Jiménez Marín (Costa Rica), Gioconda Delgadillo (Nicaragua), Mariela Lugo (Venezuela), Belkis Marte (República Dominicana y Estados Unidos), Nathaly Pastor (México), Ligia García y García (Guatemala), Dimarys Águila (Cuba), Paula Rivera (El Salvador), Vilma Calderón (Guatemala), Luis Guillermo Villasana (Venezuela), Gabriel Fiallos (Honduras) y Eunice Lacayo (Nicaragua).
HA SONADO UN GOLPE SECO, una amenaza extraña contra el fluir
de mi sangre,
un susto en el portal donde mi hijo arrastra sus juguetes
con peligrosa inocencia.
Ha sonado un golpe duro, una señal de que la infancia es solo un sueño
sin regreso,
y en el patio, bajo el ciruelo, late el reclamo del leve verano.
Abro los brazos
vuelo.
Abro los brazos
te alcanzo.
Abre los brazos
abraza.
Miro a través de este hueco en la pared y no responden
mi hijo no responde
mis padres no responden
mi inocencia no responde
solo el silencio y una extraña luz que se tuerce
llena mis pasos como el camino que traza el barco sobre el agua.
Respira madre con la pureza de la espuma,
haz que resuenen los golpes de amor, de paz y Palabra.
No puedes ver pero… esta lejanía hace que nombre cada nombre de la casa.
¿Acaso habrá algún verso sutil para recuperar la textura de la sangre,
alguna cosa tierna e invasiva que mutile las razones, los Per cápita
y las utopías,
un exterminio masivo que solo deje a salvo el nudo de un largo abrazo?
Otra vez regresa la voz, mi hijo que se repite
contra este siglo.
Entonces miro a través de la ventana,
observo como la Palabra surge y cerca la casa,
dejándome solo
con un hijo en mis espaldas.
Tema: La familia.
Grupo: Santiago de Cuba.
Coordinador: Jorge L. Legrá.
Autores: Jorge L. Legrá, Yunier Risquenes, Rodolfo Tamayo, Reynaldo García Blanco, Yulexis Ciudad Sierra y Onel Pérez Izaguirre.
LEALES O NO
Escapa
llora la soberbia mientras te busco
porque hay en mi lealtad un hueco
donde soy un hombre simple
sálvame hija niégame
no me roces
quiébrame toda
entiendo que la lealtad condicionada
no es consustancial a la supuesta
y tan cacareada unidad
rózame ahora
quiero sentirte a pesar de las culpas
que heredé de mis ancestros
y canté la canción firme en la tumba de mi abuelo
yo sé que como el Jano Bifronte
atraviesan juntos
la noche de su eternidad
Jesús y Judas Iscariote
la sospecha es una mancha
hombre simple
te niego la quietud
la última palabra será visible
ante el infierno que provoques
porque entre la espalda y la pared
después de atravesarle todo el tórax
pude ver la punta ensangrentada
de la espada
mientras te espero
en la profundidad del silencio
no te escapes
puede que la cierta luz
no sea más que un espejismo
Manuel era franquista Antonio republicano
eran hermanos eran poetas
nada importa más que el reflejo
rígido o no
el tiempo es solo uno
por su puesto
la fidelidad cadavérica
no está inventariada en el módulo
de lealtades colectivas
sin embargo me esfumo en busca de tus versos
esos versos simples
que reemplazan el almanaque para encontrarte
y como una ofrenda a mis santos
entré a casa
y supe el dolor de la felicidad
a veces me pregunto
con qué instrumento se puede medir el punto exacto
en que la lealtad se convierte en soberbia
vaciando el deseo
y detallando la brújula
insistir
leales o no
ya somos dos
supón que la pantalla te elimina
y que ya no puedes convidarme
a creer
en tu pasado futuro
supón por un momento
que deslizamos sobre el papel
la palabra
fidelidad
alguien se opone
alguien culpa
y los cadáveres sobre las aceras renacerán
en el discurso primero
y el día milenario ya no será más un lastre
recuerdo a Borges
te ofrezco la lealtad de un hombre
que nunca ha sido leal
supón que te perdí
supón que ya no estoy
la pasión por la verdad
no implica
necesariamente
la posesión de la verdad
pero a pesar de todo
necesito que palpites
que palpites en lluvia
en humo
en fuego
que te presentes
ante el golpe de realidad
no hay escape posible
en casa siempre nos toman desprevenidos
Brutus espera a Julio César
Pilatos se desentiende de Jesús
alguien te mira desde el espejo
y los bordes
no se quiebran
un equilibrio los sostiene
de la lealtad
solo hablamos
quienes
por naturaleza
somos leales.
Tema: La Fidelidad.
Grupo: Isla de la Juventud.
Coordinadores: Rafael Jorge Carballosa y José Antonio Taboada.
Autores: José Antonio Taboada, Yadian Carbonell, Rafael Jorge Carballosa, Liudys Carmona y Catalino Fuentes.
GUERRA
En la guerra virtual hay mil desmembramientos
y en un charco de sangre la euforia toma un baño,
en la guerra real nos matan otros daños
si el campo de batalla se vuelve el pensamiento.
Se puede ir a esta guerra sin llevar arma alguna,
se puede salvar la tierra con esta guerra virtual,
dando salida a los miedos, mostrando otro canal,
ya que un botón es capaz de detener la crueldad.
Con guerra apagamos la cúspide de la paz
e incendiamos todo aquello que algún día fue quimera,
ni con guerra ni alaridos acabamos al tenaz:
enarbolamos ideas y la guerra no es bandera.
Detrás de los cañones, las flechas y los sables,
como del poderío que opera en la incultura,
se esconde igual motivo de mala catadura.
¿Por qué seremos necios pudiendo ser amables?
Inhumanos no, taparse los ojos
y enviar a valerosas almas a la lucha;
a luchar por una causa justa
en la que no tienen criterio.
No domaré mi lengua cuando escupes estiércol,
atrincheras el odio, me astillas la garganta.
Desgarro tus mentiras antes que mis razones;
el verbo está alistado, ¡ya voy contra tu labia!
Nuestra guerra no ha de ser eterna,
porque las armas del tormento, que acorralan,
que atacan en tácito silencio, ya desgarran,
ya claudican ante el llanto de la hierba yerta.
Va el soldado fingiendo, que morir no le importa,
porque en la dura guerra dicen que vale todo.
Soldado y enemigo se atrincheran en lodo
con fusiles muy largos y esperanzas muy cortas.
Vamos a las armas contra la ignorancia y la incultura,
démosle batalla enarbolando libros, ideas y conceptos.
Una guerra donde la sangre no se ve pero se siente,
porque es la unión de muchos en armonía y preceptos.
Qué infortunio el de morir a expensas del silencio.
Qué duro resulta fingir emociones y hechos.
Mejor ser el rebelde que lucha sin perder derechos,
resguardándose en el criterio de quien algún día fue necio.
Como último recurso de la fe que se gasta
en esfuerzos de paz que son acribillados,
hagamos el intento supremo los soldados
del arte y la belleza con un verso: ¡ya basta!
Y por si fuera poco nos observan los de antes,
ya inertes y socavando con la mirada que solloza
a los viles crápulas que sólo logran emanar odio,
a los que no les tiembla la voz cuando de rodar cabezas se trata.
En tanto miles de inocentes despiertan de sus sueños de unicornios,
porque se han convertido en pesadillas y balas;
como tú, como yo y muchos otros,
que vuelan esquivando las granadas.
Parece incierto que tan pequeños salten de sus cunas a luchar,
viendo tanto miedo, y al final todo por ser dueños;
y nadie se adueñará de mi verdad.
Heridos están los sublevados, los que ofenden,
y también los que defienden;
ofensa es que siendo hermanos no estás de mi lado,
cuando el enemigo es la avaricia que te venden.
Con un grito casi mudo se unen nuestras fuerzas,
y alto se escucha el hermoso retumbe:
no quiero guerra, es de todos la tierra, abajo armas;
amor, paz, que solo esta luz nos alumbre.
No soy huérfana, llevo su carne,
todo cuanto habito me pertenece,
no me harán forastera de mi suelo:
¡Es mi patria, es mi tierra!
Garras que desnudan la infancia de muchos hombres.
Alquilan sus pequeños cuerpos, no hay sonrisas.
Lágrimas ignoradas, choques, los pies se alzan.
Un puño deja caer los aretes de una mujer.
Un abuelo escucha: ¡Rápido, corre, detente, no hables…!
Apaga todo, ¡que no se vea el color de tu piel!
Se oscurece el humo, el desafuero en las pantallas.
Una voz potente: ¡Nuestra guerra comenzó!
Mas la guerra no refugia a la esperanza
en misiles de furor, en burdas metralletas,
ni amerita de ninguno tal desgarre, metas
son lides de amor y contra odios la matanza.
Tema: La Guerra.
Grupo: Guantánamo.
Coordinador: José Ramón Sánchez.
Autores: Yanet Peña Cachimaille, Amelia González Correa, Sheyla María Herrera Ortega, Eduardo Ramírez García, Ernesto Batista Corrales, Yaima Mejías Catá, Igdenia Bradshaw Alexander, Lorena Guerra Estévez, Daniela Guerra Estévez y Milena Cabrera Cainet.
NOSTALGIA DEL MAÑANA
Siento una gris nostalgia del mañana
que veremos pastar tras cada espalda,
tras la mesa sin ruidos,
tras la ausencia del sol.
Mi alma se aferra a un horizonte incierto
que se vuelve pasado antes de ser presente.
Entre las tinieblas que ocultan el sendero
he llegado a comprender
que la vida es una respuesta a cada pregunta
que nos hace el destino.
Momentos donde no hay canción de fondo
y la furia acompaña el silencio,
los puños apretados desde siempre.
Cada músculo crispado tensa la respiración,
recuerdo pertenecer a ese país de noche donde todos faltan
aunque sus sombras insisten en caminar
en círculos cada vez más estrechos.
Ya no hay espacio para marcar las huellas
y llegamos muy tarde al punto exacto
donde nada hay que hacer.
Ya no hay retorno.
Hay que subir la cuesta sin importar qué cueste.
He dicho que también tengo dos patrias,
mi casa, los amigos,
y las dos me acompañan
aunque ahora queden lejos.
Nada es más parecido a la tristeza
que estas tardes en que nadie llama a mi puerta
o el recuerdo de los ojos de mi perro
aguijoneándome el alma.
Mi alma sabe que soy un alma dividida,
un dolor al costado,
esa perpetua sensación de no estar
de no querer.
Fragmentada yo,
mi alma a ratos se arrepiente
y de vez en vez
busca ese premio de consolación
que anuncian también los atardeceres.
Todos lo saben:
mi alma se aferra a un horizonte incierto.
Pero busco el aliento de un mañana
para creer que el camino es posible
aunque sea arduo
aunque el sol quede lejos
y Sísifo persista.
Hay un sol invisible devorándome,
quemando el silencio de tu voz
y el páramo donde pudiera ver
que el cielo se abre y cierra,
como una densa compuerta
para cruzar los límites.
Sigo por el camino
esperando encontrar las piedras que lancé
contra el tejado de mi propia casa,
las piedras que un día se alejaron de mi mano
para romper mi memoria de cristal.
Entre las tinieblas que ocultan el sendero
he llegado a comprender que la vida es la respuesta
a cada pregunta que nos hace el destino
y me pregunto
cuándo podré caminar sobre el asfalto,
abrazar a Nadie,
dormir acompañado por Nosotros,
escribir Ustedes,
o encontrar mi alma soñando en el jardín
cual gorrión que busca la música
en el último grano de arroz.
Tema: La nostalgia.
Grupo: Matanzas.
Coordinador: Alfredo Zaldívar.
Poetas participantes: Maylan Álvarez, Julio Blanco, Derbys Domínguez, Israel Domínguez, Pablo G. Lleonart, Yanira Marimón, Lucía Cristina Pérez, Leymen Pérez, Mae Roque, Marta Teresita Tarifa y Alfredo Zaldívar.
LUZ DE MAÑANA, VIDA ABUNDANTE,
palabras que pensamos y no decimos,
o esos brazos que lo curan todo.
Nacida soy de tus manos
del luto que rompes
cuando la claridad llega
al horizonte del agua
donde se pierden las hojas
y todo cuanto va hacia la cascada.
No puedo alcanzar la medalla;
trato de no sonreír; mas,
extrañamente, algo, me hace feliz.
Me arrancas una sonrisa
y en el despido de la mudez
se ilumina el recuerdo.
Pero he decidido quedarme
en la alabanza del pájaro
como la perpetuidad de la imagen.
La maleza es un pastel.
Vamos a sentarnos.
Quien te habló de los cangrejos
no degusta la ternura
ni se pierde en la cascada.
He decidido permanecer
en el centro canoro de su mensaje.
He decidido ser el vuelo.
Simplemente el vuelo.
Que seamos deudores de tu condición
no te santifica: prosperidad tendida
sobre el hueso árido de la desdicha.
Al final, hay alas que nacen en su caída
y mueren inevitablemente
desde su propia altura.
A tu diestra me ciño
y en afluencia del viaje
soy presa de tu cofradía.
Siempre algo te sorprende al final.
Hoy tuve la dicha
de reunir a Martha y a Verónica
en los arduos atardeceres del mar.
Quiero bañarme con
lluvias de traviatas
olvidar cotidianas advertencias.
Quiero ser algo en el centro de la nada.
En el centro de la nada ser yo significa ser algo
y desde ese algo mostrar que los pasos
no andan solos.
Los persigue un destino
que no se dejan ver, más se presiente.
Como la vela se hincha en el día limpio,
voy por este horizonte que ya tengo
y aún añoro. Y de repente sé
que se fueron las tribulaciones
como luz que se fuga del espectro
para liberar el paso oscuro, la palabra errante.
Qué sería de ti sin la tristeza
de la sombra del lobo
mientras acecha la muerte.
Resurgiendo como fénix
nuevas auroras, apuntan a un ansia
que se aferra a la utopía.
Tema: La felicidad.
Grupo: Sancti Spíritus
Coordinadores: Rigoberto Rodríguez Entenza y Dalila León.
Autores: Manuel González Busto, Antonio Rodríguez Salvador, Pedro Mendigutía, Liudmila Quincoses, Yanetsy Pino Reyna, Dalila León Meneses, Isis Quintana, Gustavo Ramos, Yuri Fernández, Sayli Alna Álvarez, Esix Casteñeda, Delsa López, Consuelo Sansaric, Dayana Margarita Pomares y Rigoberto Rodríguez Entenza.
ELEGÍA AL AMOR (II)
Dijo un poeta: es tan corto el amor y tan largo el olvido…
propongo colocar los adjetivos justamente al revés.
Felicia Hernández Lorenzo
I
El amor es la fuerza que llena el vacío
es la llama que va quedando.
Tus manos olían a tierra,
a tabaco y a eau d’hermes
Escondo mis sentimientos, huyendo en silencio,
pero desde el amanecer te respiro
y en el mantel ha quedado tu sombra
como una mancha de vino, y rocío.
Los amores reciclados pierden el encanto de Crusoe
y marcan el alma con estigmas de dudas rescatadas…
Mi triste piel marchita
besa tus labios de mármol.
Beso tu piel en la voz
de tu mirada de tiempo.
Ato mi barcaza
a la costa
me gustaría ser tangible como la selva
esconderte del peligro y el olvido.
II
Para cavar un hoyo es necesario
llenar de tierra mis ojos.
Mi piel y tus manos forman
la simbiosis perfecta en nuestro ecodeseo.
Corazones latiendo en desorden
en la inundación de esperes…
por otro sueño estropeado
que a otro se parece.
Llevo tu imagen
junto al silencio de tus llanuras.
Tú eres el poder y la voluntad
el tiempo y sus formas, el deseo de lo infinito.
Me gustaría mostrarte las semillas
semillas de jazmín en sus vainas
y que las sombras del ocaso no te alcancen.
Que seas tú mi canto agradecido.
La distancia es la forma de hallarte en ese silencio…
silencio donde guardo los besos que aún no te doy.
III
Amor que llenas mis días
con el compás de tus besos
dejemos que el aguacero
arrastre nuestras sombras.
Recuerdo tus sueños
entre barcos ausentes de mar
El amor es un minúsculo hoyo
donde merecen la pena habitar dos.
Te quiero amar en mi revuelto
mundo de miedos y ganas.
Mi cuerpo arde de pasión
porque tu olvido enfrió mi alma
frente a los abismos existenciales.
Me precipito a ti, poco importa caer
déjame ver el crepúsculo a través de tus ojos
yo te mostraré el fuego a través de mi corazón.
IV
Un cuerpo se sumerge
en las profundidades de otro cuerpo
el recuerdo de su aroma en mi habitación vacía.
Sueños que el viento se lleva.
Cuando regreso a tu boca
vuelven los amaneceres
ante el mar colmado de olas,
secos los pies,
en arena blanca entre agua palpitante
descansa el deseo.
Aleteo de hojas pardas
en tus ojos, negro mar
no quiero ser la tumba de tus primeros besos
ni quiero ser la yerba donde pisa tus pies.
Sobre la piel del universo
tus manos siembran la luz.
V
Al mirar en lo profundo de tu mirada
contemplo el universo entero lleno de amor.
Soy la esencia de tu lobo
que asesinó tu amor propio
no consigo escapar
de tus huellas invisibles.
Te preguntas quién cuida
o descuida esas piedras,
la brevedad del goce se marchita
en la sutileza de la flor… su adiós.
Tema: El amor.
Grupo: Internacional.
Coordinador: Yuray Tolentino.
Autores: Felicia Hernández Lorenzo (Mayabeque), Shatila Valdés Abi-Rashed (Artemisa), Claudia Piccino (Italia), Marian Eikelhof (Holanda), Yuray Tolentino Hevia (Artemisa), Teresita Gómez Acosta (La Habana), Teresa Regla Medina Rodríguez (Mayabeque), José Antonio Martínez Coronel (Mayabeque), Katarina Sarić (Montenegro), Maritza Vega Ortiz (Mayabeque), Dimarys Águila García (Artemisa), Pauly Alejandra (Chile), Roberto Marzano (Italia), Nuris Quintero Cuéllar (Mayabeque), Yazmín Sierra Montes (Mayabeque), Elisabetta Bagli (Italia), Antje Stehn (Alemania- Italia), Lilivet Peña Echemendía (Camagüey), Mae Roque (Matanzas), Arlene Medina Perera (Mayabeque), Wayna Escobar (Artemisa), Yanara de la C. Díaz Martínez (Mayabeque), Juan Carlos Pérez (Artemisa), Selene Perera de Armas (Mayabeque), Sonia Janeth Hidalgo (Colombia), Arianne Medina Perera (Mayabeque), Lázara Labrador (Artemisa), Israel Domínguez (Villa Clara), Nedazka Pika (Chile), Andrea García Molina (Mayabeque), Lázaro Castillo (Sancti Spíritus), Cristina Wormull Chiorrini (Chile), Mariela Ríos Ruiz-Tagle (Chile), Florylly Escobar (Chile), Kenia Leyva Hidalgo (Holguín), Rogelio Cerda (Chile), Manuel Ekiwa Estrella ( México), Elizabeth Álvarez Hernández (Mayabeque), Gilda Guimeras Pareja ( Artemisa), Ulises Hernández Expósito (Mayabeque).
DANZA EN LA LUZ QUE ME ESPERA
sobre la llama impaciente
cual carcajada inocente
de un niño con voz de cera.
Me seduce en la vidriera
-desprovista de oropel-
como un canto. Ígneo corcel
sin domar, salta el portón
y corre como un ciclón
que deja un rastro en la piel.
Por el escenario pasa
-ahora-, la nota sentida.
En el viaje de la vida
ofrece su pan, su cielo.
Como si fuera riachuelo
de un pasado por llegar.
Ansia que impide olvidar
las finas huellas precoces
camufladas en las voces
dispuestas a caminar.
Si en los roces de un violín
donas la paz, una playa
y su clamor, luz que estalla
con las fuerzas del clarín.
Por qué predicen el fin
por qué te encierran en llanto.
Por qué oscurecen tu canto
con el hilo del dolor.
Por qué tu huella es ardor
luz, penumbra, mar, quebranto.
Cuando filtras tus anhelos
y levita en la memoria
tu fuerza gravitatoria
sueña y sube por los cielos.
No importan cuantos desvelos
hayan costado las ansias,
ni tampoco las distancias,
para subir y subir.
No lejos, el porvenir
pueblan de fe las instancias.
Tema: La felicidad.
Provincia: Sancti Spíritus.
Coordinadores: Rigoberto Rodríguez Entenza y Dalila León.
Autores: Antonio Rodríguez Salvador, Yanetsy Pino Reyna, Alexander González Góngora, Delsa López, Consuelo Sansaricq, Luis de la Cruz, Armando Pérez González, Dayana Margarita Pomares y Rigoberto Rodríguez Entenza.
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