
Coincidiendo con el día del idioma español, este 23 de abril también se celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de autor, jornada proclamada por la Conferencia General de la UNESCO en 1995 como una forma de destacar el papel decisivo que cumple el libro en la difusión del conocimiento universal.
Es muy común escuchar la frase “cobrar/ pagar el derecho de autor” pero ¿a qué se refiere el término exactamente?
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se trata del derecho que la ley reconoce al autor de una obra intelectual o artística para autorizar su reproducción y participar en los beneficios que esta genere. Puede ser una obra musical, plástica literaria, teatral, danzaria o de cualquier otra expresión del arte.
Los derechos de autor, se refieren a un conjunto de principios y normas jurídicas que establecen los derechos morales, patrimoniales y universales que tienen todos los autores y escritores de obras literarias, científicas, musicales, artísticas o de carácter didáctico.
En esta categoría también se incluyen los creadores de programas informáticos, los anunciantes y publicistas, los productores de la cinematografía, etc. El derecho de autor está considerado como uno de los derechos humanos fundamentales en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La fecha comenzó a celebrarse desde 1997 —dos años después de su proclamación oficial– con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. En el plano jurídico la propiedad intelectual está en relación intrínseca con el derecho de autor e impiden fenómenos tan antiéticos como el plagio y el enriquecimiento económico de terceros sin autorización del autor.
El día del libro y del derecho de autor tiene como antecedente el día de Sant Jordi o San Jorge, patrón de Alemania, Aragón, Bulgaria, Cataluña, Etiopía, Georgia, Grecia, Inglaterra, Líbano, Lituania, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y México. Durante esta jornada es tradicional regalar una rosa al concluir una lectura, evento o pregón y que los enamorados y personas queridas se intercambien una rosa y un libro, costumbre oriunda de Cataluña, en España y que todavía puede disfrutarse.
Una rosa y un libro… La tradición no se equivoca. Como dijo el genio Da Vinci «Todo conocimiento comienza con los sentimientos» y en un libro y una rosa se sintetizan el conocimiento y los sentimientos. Que no baste un día para festejar los libros y la lectura, para celebrar el uso de nuestra lengua materna que siempre sea un pretexto regalar libros y rosas.
Visitas: 37
Deja un comentario