Próximamente estará en la red comercial de las librerías del país un nuevo título de la editorial Arte y Literatura.
Se trata de la novela Crimen de sangre del escritor chino He Jiahong, un destacado creador de ese país. Como su título lo sugiere es una obra del género policíaco que viene a engrosar la colección Dragón, que se dedica a esta especialidad literaria.
En la historia de la producción de este sello editorial, desde la publicación de La mujer fantasma de William Iris en 1970, la colección ha proporcionado a los lectores cubanos un largo repertorio de casi todos los clásicos policíacos universales y nacionales que se dedicaron a escribir novelas de intriga y misterio.
Crimen de sangre se desarrolla en la China contemporánea, el abogado investigador (Hong Ju) tratará de dilucidar lo acontecido tras la violación y asesinato de una joven en 1983, pero tendrá que armar un rompecabezas de manera retrospectiva, once años después.
El autor introduce en la trama de manera coherente y utilizando eficaces recursos narrativos, sucesos de la familia, el amor, los viajes del protagonista, que en cierto modo proporcionan un catalizador a los asesinatos, que también son descritos con gran verosimilitud literaria.
Se trata de un atractivo abogado, recién llegado de los Estados Unidos, donde ha completado sus estudios de Derecho y que al regresar a su país de origen no quiere trabajar como un especialista estatal, sino que fija su propio bufete privado.
A su oficina se persona un primer cliente que quiere rehabilitar la dignidad de su hermano acusado, según él injustamente, por un crimen cometido muchos años atrás.
La revisión del caso, traerá no pocas sorpresas, la pericia del abogado en cuestión, así como hechos circunstanciales que demostrarán la ineficacia de algunos funcionarios, y los ejes que han movido al silencio y al olvido de algunos.
La novela es rica en la exposición de la idiosincrasia del pueblo chino, con un lenguaje que debe agradecer mucho a su traductor, se disfruta de principio a fin.
La narración tiene todos los ingredientes que son imprescindibles en las novelas policíacas, desde una estructura narrativa, que se ha construido como una búsqueda de soluciones para que conozcamos, mediante razonamientos lógicos, el suceso criminal en sí, hasta destacar los valores de un investigador con trazas de un detective moderno, donde al final su trabajo hace que triunfen el orden, la razón y la justicia.
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