
En homenaje al recientemente fallecido ensayista Francisco López Sacha, Cubaliteraria comparte una reseña sobre sus agudos análisis en diálogo con Caridad Atencio:
El suceso
En un ómnibus, mientras nos trasladábamos por territorios de las provincias orientales durante una Feria del Libro, le comenté a Sacha que estaba llevando a cabo una investigación sobre la recepción de los Diarios de campaña de José Martí.
Le hablé de lo valiosos y bien escritos que estaban varios de esos ensayos, entre ellos el de Joel James, a lo que aludió que él también tenía un ensayo sobre el tema que escribió compulsado por el propio Joel James cuando era estudiante, el cual enriqueció muchos años después, colega suyo de sus años santiagueros. Me dijo que Martí empleaba la rapsodia en el Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos. No comprendí muy bien. Llegada a La Habana le escribí, y él me contestó lo que ahora cito. También leí su ensayo:
Querida Caridad, estoy tratando de aplicar un concepto musical a la prosa martiana en el Diario de Campaña, la manera fulminante y sincopada con que Martí recurre a la descripción, lo cual ya venía sucediendo desde La Edad de Oro, ver el pasaje de «Tres Héroes» dedicado a San Martín, implica un acto de velocidad y yuxtaposición con lo cual está amalgamando varias posibilidades cenestésicas al mismo tiempo, es decir, visualidad, metaforización, ruptura sintáctica y sintagmática, entre tantas otras posibilidades de una prosa modernista en la cual los signos de puntuación casi obedecen a un ritmo, a una respiración del texto que no era para nada usual en el español de fines del siglo XIX.
Trato de demostrar en ese pequeño esbozo que se llama «La mirada sensible de José Martí», incluido en mi libro Ensayos en clave de sol, Ediciones Unión, 2015, que Martí trabajaba la prosa de acuerdo a ciertas consonancias y disonancias que provenían de la música, auxiliado por una mirada muy influida por la pintura impresionista e incluso postimpresionista. Creo que a partir de La Edad de Oro, Martí revoluciona completamente la sintaxis en idioma español, a un punto de tal avanzada que sólo hacia el Boom de los años 60, los experimentos de Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa alcanzarán a tener la misma densidad y la misma resonancia de la prosa martiana. Recuerda siempre que esto no es casual. El principal maestro de Martí en la prosa fue nada menos que Gustave Flaubert, y en la poesía los parnasianos y sobre todo Stephan Mallarmé. Yo no puedo dedicarme a eso ahora, pero te aseguro que ciertos cortes en el párrafo y en las oraciones en las novelas de Flaubert, o en los cuadratines de la poesía desde Baudelaire a Mallarmé, encontraron una posibilidad en idioma español gracias a las audacias de José Martí. Aunque nada tiene que ver, hace algunos años le regalé a mis alumnos de edición en la Escuela de Cine de San Antonio un enfoque músico literario en el cual estudié la manera en que Cortázar, Carpentier y Vargas Llosa cortaban el párrafo y la manera en que Bob Dylan, The Rolling Stones y The Beatles cortaban los suyos.
Por último recuerda el verso del Maestro, Todo es música y razón. Si esto te basta házmelo saber, sino sólo puedo recomendarte Ensayos en clave de sol, gracias, recibe el abrazo de Sacha.
El estudio
Con regocijo y justicia incluí el análisis de su ensayo a mi investigación.
Al estudio de los sistemas paradigmáticos y sintagmáticos de la prosa de los Diarios de campaña dedica su relevante libro Martí ante sus diarios de guerra, José Massip, a quien habíamos mencionado en esta investigación a propósito de su documental Páginas del Diario de José Martí, pues han sido construidos con sobredosis de significación y saturación semiótica.
El ensayista afirma que en los Diarios Martí demuestra ser el espíritu más avanzado de una época –lo que Hegel llama Zeitgeist: «Yo vengo de todas partes/ Y hacia todas partes voy / Arte soy entre las artes / Y en los montes, monte soy»; además de lograr una visión de lo universal por conducto de una visión de lo particular del mundo, donde ocurre una percepción poética de lo que le rodea que consiste en la misteriosa transformación progresiva mundo real a mundo idea, a mundo poesía, que suele sufrir todo poeta, donde las cosas y los fenómenos son percibidos como una sucesión de imágenes cromáticas que él considera deudoras del impresionismo parnasiano y de la experiencia subjetiva. Los Diarios se sumergen en lo cotidiano prosaico como si se tratase de lo cotidiano poético, consideraciones sobre el minimalismo en los últimos diarios martianos.
Un estudio similar, pero centrado en los aportes narrativos del estilo de los Diarios de campaña, nos entrega en 2015 el escritor Francisco López Sacha, destacado narrador, con su ensayo «La mirada sensible de José Martí».
El ensayo versa sobre el modelo y el proceso narrativo en los Diarios de campaña, cobijados por la cualidad singular y sensible de la mirada de Martí, es decir, analiza cómo nuestro poeta mayor logra en los Diarios la vivacidad, la intensidad, el colorido y la música en su prosa narrativa, y lo logra porque Martí se adelantó al emplear en esta obra recursos que desarrollan escritores de la modernidad como Borges, Carpentier, Asturias, Piñera y Rulfo. Ellos son: la cualidad pictórica y descriptiva, su manejo del tiempo fabular –tiempo cronológico de los hechos–, su estructura sintáctica y proceso narrativo.
También hay modernidad desde la concepción del párrafo hasta en la puntuación, y en particular en su manera de realizar el tiempo, el espacio y el movimiento de los personajes dentro del foco narrativo, porque Martí no descompone en oraciones el discurrir del párrafo sino pinta, agrupa, expresa un contenido fulminante en verbos, sustantivos o adverbios que cambian de función, al reunirse en un orden musical, pictórico o poético, fuera de la lógica sintagmática: «Lola, jolongo, llorando en el balcón», con la yuxtaposición como procedimiento que más se acerca a la forma de pensar de Martí, la simultaneidad de planos narrativos, como Flaubert en Madame Bovary, y la alteración de la secuencia de tiempo como en el fusilamiento de Masabó.
Este diálogo indirecto libre, expresión de novedad literaria en francés, en la obra de Flaubert, pero matizado con la voz del narrador, aparece en esta posición de manera cortante para recalcar determinado sentido. Martí revoluciona esa técnica, de la que luego harán uso Lino Novás Calvo, Alejo Carpentier, Cintio Vitier y sobre todo Mario Vargas Llosa, para resaltar la forma en que muere Masabó, y no su muerte.
El pasaje sugiere que la ambición destruyó en Masabó su poder personal, su condición heroica, que sin embargo, a pesar de sus errores, debe trascenderle. Sacha se refiere a que las cualidades de la prosa de Martí en los Diarios ya están acendradas, que son el carácter topológico y cenestésico –de cenestesia: sensación general del estado del propio cuerpo– de la misma; lo sensorial y lo afectivo con recursos que tomaba de todo arte, todo lo que viene antecedido por un arduo proceso de asimilación literaria por parte de Martí que describe, donde remarca su conocimiento de la poesía moderna, del impresionismo, el puntillismo, de las visiones del Fausto de Goethe y el Prometeo de Esquilo.
Sobre los aportes en el uso del recurso de la puntuación el ensayista afirma que Martí logra una cadencia acústica comparable a la rapsodia –pieza musical característica del romanticismo, compuesta por diferentes partes temáticas unidas libremente y sin relación alguna entre ellas. Es frecuente que estén divididas en secciones, una dramática y lenta, y otra más rápida y dinámica, consiguiendo así una composición de efecto brillante–: Ejemplo: el fusilamiento de Isidro Tejera (El Brujito) y Onofre. Igualmente considera a la viñeta «David, de las Islas Turcas» como resumen de sus aportes al estilo narrativo de los Diarios porque es comparable a cualquier relato clásico o moderno, donde logra en la definición de un carácter un sentido completo que incluye una historia, una trama, una secuencia temporal, una caracterización por fases y esa mirada sensible y profunda sobre los hombres humildes que va a liberar.
Francisco López Sacha concluye tras su estudio que la persecución de la imagen pictórica también se ajusta a un sentido sonoro, a una serie de pautas e intervalos que agudizan el tono, y provoca esos cambios novedosos en el estilo narrativo de los Diarios.
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