Ahora, el frescor del mar. La gran sombra de los velámenes. La brisa norteña que, después de correr sobre las tierras, cobraba nuevo impulso en la vastedad, trayendo aquellos olores vegetales que los vigías sabían husmear desde lo alto de las cofas, reconociendo lo que olía a Trinidad, a Sierra Maestra o a Cabo Cruz. Con una vara a la que habían fijado una pequeña red, Sofía sacaba maravillas del agua: un racimo de sargazos, cuyos frutos hacía estallar entre el pulgar y el índice; un gajo de mangle, aún vestido de ostras tiernas…1
Cualquiera que haya leído al menos una novela de Alejo Carpentier, y que alguna vez haya intentado traducir “en serio”, puede imaginar la tarea que enfrentaron quienes han llevado a otros idiomas la obra de este gran escritor, premio Cervantes de 1977. Ellas y ellos merecen reconocimiento, y lo mismo vale para todos los traductores de literatura, quienes, con su labor, hacen posible a los lectores acercarse a obras literarias escritas en lenguas ajenas. Dediquemos una breve mirada al trabajo de algunos colegas que han trasladado o trasladan al alemán las literaturas de lengua española.
Anneliese Botond (1922-2006) cursó estudios en la Universidad de París, y trabajó como editora y traductora para las editoriales Insel y Suhrkamp; desde 1960 comenzó a traducir obras de autores franceses y latinoamericanos. Por sus versiones de Carpentier –de quien tradujo Concierto barroco, El derecho de asilo, El arpa y la sombra, El acoso, Guerra del tiempo, Los pasos perdidos y La consagración de la primavera, entre otros títulos– Botond recibió en 1984 el premio Johann Heinrich Voss de la Deutsche Akademie für Sprache und Dichtung (Academia Alemana de Lengua y Creación Literaria) de Darmstadt. Pero su labor alcanzó también a otro grande de la literatura cubana, José Lezama Lima, cuyo Paradiso tradujo junto a Curt Meyer-Clason; a escritores latinoamericanos como Isabel Allende, Pablo Neruda, Juan Carlos Onetti y Mario Vargas Llosa, y a los franceses Voltaire, Michel Foucault y Marguerite Yourcenar.
Elke Wehr (1946-2008) estudió lenguas romances en las universidades de París y Heidelberg, y tradujo del francés, el italiano y el español, idioma al que se dedicó más asiduamente. Desde 1970 comenzó a traducir a autores españoles y latinoamericanos, entre ellos Alejo Carpentier (El recurso del método), Javier Marías (Corazón tan blanco), Mario Vargas Llosa, José María Arguedas, Julio Cortázar, Octavio Paz, Ricardo Piglia, Augusto Roa Bastos y Jorge Semprún; su obra de traductora mereció en 2006 el premio Paul Celan del Deutscher Literaturfonds (Fondo para la Literatura Alemana). A la muerte de Wehr, en 2008, escribió el español Javier Marías: “Como correspondía a su oficio de traductora al alemán, su nombre no dirá nada a los lectores de nuestro país. Lo normal sería que tampoco dijera mucho a los del suyo, tan extendida en todas partes está la costumbre de silenciar la incomparable y fundamental tarea de los traductores en general. Su caso, sin embargo, fue excepcional, y rara era la ocasión en que los críticos alemanes, austriacos o suizos no destacaban su labor, al reseñar alguna obra vertida por Elke al alemán.” 2
II.
Ella se demoró apenas el tiempo necesario para decir el nombre. Lo buscó en las tinieblas, lo encontró a primera vista entre los tantos y tantos nombres confundibles de este mundo y del otro, y lo dejó clavado en la pared con su dardo certero, como a una mariposa sin albedrío cuya sentencia estaba escrita desde siempre.
–Santiago Nasar –dijo.3
Contaba Gabriel García Márquez que, antes de decidirse a escribir la Crónica de una muerte anunciada, estuvo narrando la historia durante treinta años a cuantos amigos y conocidos quisieran oírla. El suceso, ocurrido durante la infancia del autor en su pueblo natal, se convertía así en materia para una portentosa novela breve, donde cada palabra parece estar –y está– en su justo sitio, y donde nombres, adjetivos, verbos, diálogos y silencios tienen connotaciones de importancia capital para la acción.
El propio García Márquez ha dicho que traducir es la manera más profunda de leer4 , aludiendo a la necesidad de una lectura detenida y analítica del texto base antes de emprender una traducción; tal vez una profunda lectura previa haya sido el motivo de que la versión alemana de la Crónica la realizaran “a cuatro manos” dos experimentados traductores, Curt Meyer-Clason y Dagmar Ploetz. Para poder reescribir en otro idioma un texto que tardó treinta años en llegar al papel, mejor dos cabezas pensantes que una.
Curt Meyer-Clason (1910-2012) hizo en su juventud estudios de ciencias comerciales, y desde 1936 fue viajante de comercio en Francia, Argentina y Brasil, donde por ser ciudadano alemán (Brasil estaba en guerra con Alemania) fue enviado en 1942 a un campo de internamiento, en el que permaneció hasta 1944. Por ese insólito camino descubrió la literatura, y al regresar a Alemania en 1955 comenzó a trabajar como redactor editorial. Desde 1960 tradujo a autores portugueses, españoles, latinoamericanos y otros.
También narrador y ensayista, Meyer-Clason mereció varios premios como traductor, y realizó un significativo aporte a la recepción de la literatura latinoamericana contemporánea en el ámbito de lengua alemana. Murió a los 101 años en Munich. De Gabriel García Márquez tradujo en solitario Ojos de perro azul, La mala hora, El otoño del patriarca, Cien años de soledad, La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y otras obras. Su impresionante curriculum de traductor desde varias lenguas incluye a autores como Rafael Alberti, Jorge Luis Borges, Rubén Darío, César Vallejo, Miguel Delibes, José Lezama Lima, Jorge Amado, Carlos Drummond de Andrade, Mário de Andrade, Camilo Castelo Branco, Clarice Lispector, Joaquim Maria Machado de Assis, Eça de Queirós, João Guimarães Rosa y Junichiro Tanizaki.
Dagmar Ploetz nació en Alemania en 1946; de 1948 a 1965 vivió en Argentina. En la Universidad de Munich estudió germanística y lenguas romances, mientras se desempeñaba como periodista y redactora editorial. Desde 1984 trabaja como traductora independiente. De Gabriel García Márquez tradujo en solitario Memoria de mis putas tristes, El general en su laberinto, El amor en los tiempos del cólera, Noticias de un secuestro, Del amor y otros demonios y la autobiografía Vivir para contarla. Otros escritores a quienes ha traducido son Isabel Allende, Gioconda Belli, Juan Marsé, Marco Antonio de la Parra, Manuel Puig, Juan Rulfo y Mario Vargas Llosa.
III
En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. (…) Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos en que estaba ocioso –que eran los más del año – se daba a leer libros de caballerías (…) Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido…5
En 2008 se publicó la versión del Quijote6 realizada por Susanne Lange, muy elogiada por la crítica. Filóloga y traductora literaria, Susanne Lange (1964) estudió germanística y teatrología, y ha impartido clases de literatura y traducción en la Universidad de Tübingen y en la Universidad de los Andes, Bogotá. Desde 1992 se desempeña como traductora independiente y asesora editorial.
Entre otros reconocimientos, recibió en 2005 el premio de traducción de la Embajada de España en Alemania por su versión de La realidad y el deseo, de Luis Cernuda. Lange ha traducido también a Lydia Cabrera, Abilio Estévez, Federico García Lorca (Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, Yerma), José Kozer, Fernando del Paso, Octavio Paz, Juan Rulfo y Juan Villoro, entre otros.
En 2009 le fue otorgado el premio de traducción de la Deutsche Akademie für Sprache und Dichtung (Academia Alemana de Lengua y Creación Literaria), por sus traducciones desde el español, y en particular por su versión del Quijote, de la que se ha dicho que “mantiene el ritmo y la exactitud, el humor y la opulencia de Cervantes” (Heinz Schlaffer, Süddeutsche Zeitung, 14.10.08), y que “conserva toda la riqueza de ese libro maravilloso” (Martin Ebel, Tages-Anzeiger, 16.12.2008).
Notas.
1. Carpentier, Alejo: El siglo de las luces. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1974, p. 83.
2.En www.elpais.com
3.García Márquez,Gabriel: Crónica de una muerte anunciada, Casa de las Américas, La Habana, p. 65.
4.García Márquez,Gabriel : “Los pobres traductores buenos”, en La soledad de América Latina, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1990, p. 65.
5.de Cervantes y Saavedra,Miguel: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, en Obras completas, Ediciones Aguilar, Madrid, 1946, p. 1120.
6.de Cervantes Saavedra,Miguel: Don Quijote von der Mancha. Hanser-Verlag, Munich, 2008 (2tomos), traducción de Susanne Lange.
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