La celebración por las seis décadas de Palabras a los Intelectuales no terminó con el acto central del pasado lunes, o con otros homenajes realizados el propio 30 de junio. Todo el año y desde sus múltiples instituciones culturales, en Cuba se festejarán esos 60 años.
Precisamente, este viernes Ediciones ICAIC presentó de manera virtual Aquel verano del 61, un dossier a cargo del escritor, guionista de cine y periodista cubano Senel Paz, quien obtuvo hace unos días el Premio de Literatura Ernest Hemingway 2020.
Con Senel Paz intercambió Cubaliteraria, a través de correos electrónicos, sobre este volumen.
¿Cómo surge la idea de realizar un dossier sobre Palabras a los Intelectuales?
El 60 aniversario de Palabras a los intelectuales ha motivado numerosas acciones para recordar y revisitar el texto y el acontecimiento que le dio lugar: el encuentro e intercambio entre Fidel y representantes de la dirección de la Revolución de la época con un amplio grupo de escritores y artistas cubanos en junio de 1961. Incluso ha habido orientaciones y todo un programa central al respecto, y han resultado algunas acciones interesantes como la aparición de libros.
Los cineastas también quisimos hacer algo, algo que no nos dejara en la celebración como un festejo de cumpleaños y que nos produjera emoción a nosotros mismos. Así surgió Aquel verano del 61, como impulso colectivo. Si uno desea un conocimiento y aprendizaje plenos, Palabras… no se puede limitar al discurso de Fidel. Fue mucho más, incluye todo lo que sucedió en los tres días de encuentros, el contexto histórico y cultural del momento, y lo que se ha meditado posteriormente sobre todo ello. El tiempo, lo vivido, lo reflexionado, han enriquecido aquellos hechos y le han agregado sustancia y utilidad. Será revelador conocerlo y estudiarlo con esa amplitud, no como quien examina un fósil más o menos sagrado o solo desde posiciones políticas, sean estas cuales sean. Este libro, que queda abierto a la suma de nuevos materiales y la corrección de los contenidos, se suma a ese esfuerzo, y la edición se integra así a las acciones de recordación.
¿Cómo fue el proceso investigativo para conformar el mismo?
Más que de una investigación se trata de una dramaturgia con los materiales a mano. Está pensado para un lector general, tanto para el que no conoce nada, el que conoce de modo fragmentado o de oídas, o quien lo ha recibido solo desde una óptica celebrativa o su contraria y no ha buscado más. No es un libro destinado al ámbito académico e intelectual; al contrario, se alimenta de los resultados y la memoria en este campo. Intentamos facilitar al lector una visita lo más completa e interactiva posible, independiente, que le permita una valoración propia en lugar de acogerse a lo ya establecido; se pudiera llegar a las mismas conclusiones, pero estas ya serían personales. El libro no cierra, invita a la participación, en particular a aquellos que tienen materiales valiosos que los se relacionan, o más completos. En mi caso no soy historiador ni investigador, me interesa este asunto al igual que otros de la historia y la cultura del país como escritor, pero sobre todo como cubano. Este es un contenido de gran valor para mí, pero no un tema permanente.
¿Qué temas y autores pueden encontrar los lectores en sus páginas?
El volumen abre con un prólogo de Francisco López Sacha en el que este con su lucidez y verbo habituales comenta los puntos cardinales de nuestro libro. Sigue una selección de artículos, escritos en diferentes momentos, y debidos a Roberto Fernández Retamar, Carlos Rafael Rodríguez, Fernando Martínez Heredia, Graziella Pogolotti, Ambrosio Fornet y Juan Nicolás Padrón. Son textos que fundamentalmente aportan reflexiones, análisis e información, con un abanico muy completo, entre todos en lo que se ha escrito en Cuba.
En este punto reitero que lo pensado sobre Palabras… por determinados intelectuales integra también el magma del tema, que ya no se puede entender sin esos aportes. Lo anterior llevó necesariamente a una selección en la que intervino mi valoración personal. Como suele ocurrir, no se incluye todo lo interesante de lo que se ha escrito en Cuba, sino lo que entendí hace eficaz la dramaturgia propuesta. Nuestro libro no es una antología. Por supuesto, hay otros textos de valor. Una edición posterior, alejada de los homenajes, debiera incluir también una selección de lo escrito por otros, dentro y fuera de Cuba. Esta parte se titula: «Palabras contextualizadas».
A continuación aparece la sección «Las palabras de los otros», con una versión de las transcripciones de las intervenciones durante los dos primeros viernes de los asistentes a los encuentros (incluido Fidel), según la versión más completa de ellas que hemos podido conseguir, publicadas hasta ahora y hasta donde sé solo en el exterior. Es la parte del libro que más se puede enriquecer y ajustar en el futuro y ojalá así ocurra; nosotros cumplimos con la urgencia de socializar este punto, haciéndonos eco de la solicitud de algunos de nuestros intelectuales y maestros, en particular Roberto Fernández Retamar. Nuestro libro aspira a ser un texto en permanente construcción; queda abierto a adiciones, correcciones, descubrimientos, precisiones. Es imprescindible conocer esta cara de la moneda para que podamos hablar de diálogo en aquel episodio y comprender este en su amplitud y alcance. Si alguien tiene versiones más completas y exactas, no las ha compartido. Espero que nuestra muestra parcial sirva de estímulo.
Me da placer pensar en aquel grupo, tratar de animarlo mentalmente, poblar de nuevo con ellos el teatro de la Biblioteca. Muy variopinto grupo, pero mi familia como escritor e intelectual.
Después sigue el texto de «Palabras» en sí, al que el lector, si acepta nuestra dramaturgia, llegaría en este momento, lo que le facilitaría, en nuestra opinión, comprender mejor el discurso y todo lo anterior. En la versión digital del libro se incluye el audio del discurso completo en la voz de Fidel según la grabación original, restaurada especialmente para esta ocasión por el mago del sonido José Galiño, en los laboratorios del ICAIC. Escuchar el audio creo que es una experiencia superior a leer el texto.
La sección final se titula, «Después de las palabras». La ocupa un breve fragmento de la intervención de Miguel Díaz-Canel en la clausura del IX Congreso de la Uneac, en 2019. No se trata de un gesto de protocolo para concluir con el presidente en funciones del país: las reflexiones de Díaz Canel en esa ocasión, a pesar de su brevedad y que ni siquiera parecen obligatorias en el guión de su discurso, las entiendo esenciales para mirar Palabras… desde hoy y reconsiderar su actualidad y utilidad para nosotros, y para alejarnos de la reverencia vana o el simple recuerdo. El discurso del presidente en el acto por los 60 años de Palabras el pasado día 28 envejece este apartado porque lo dicho ahí supera con mucho esta nota.
Teniendo en cuenta el contexto epidemiológico en el cual nos encontramos, ¿cómo se realizó la presentación?
Pues como toca: primero pensamos en pocos, distantes, precavidos, «nasobucados». Hemos terminado con una presentación on line. La pandemia demanda disciplina.
A partir de aquí el libro es un hecho y debe comenzar su camino para el encuentro con el lector para y poder cumplir su posible papel de agente revitalizador de Palabras… y no quedar como un punto más en el programa de celebraciones, en el valioso círculo de los investigadores y académicos, o en carpetas y bolsas como regalo de las instituciones en eventos y visitas. Para que el libro cumpla su ciclo, posiblemente se necesita una labor de campo.
Los interesados en obtenerlo, ¿cómo podrán acceder al mismo?
La presente es una edición simbólica de 200 ejemplares. Una tirada mayor por parte de la editorial queda como aspiración y meta, pendiente de muchas circunstancias. La versión digital como eBook se podrá encontrar en la Librería Virtual de SuperFácil de Citmatel. No he comprobado si ya está disponible; pero si no es así, lo estará en breve.
Visitas: 217
Deja un comentario