Yo soy la página que escribo, del Dr. Miguel Barnet Lanza, Premio Nacional de Literatura, es el título del libro, publicado por la Casa Editora Abril, para beneplácito de los fieles seguidores del también presidente honorario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En algo más de doscientas páginas, el también presidente de la Fundación Fernando Ortiz propone una síntesis filosófico-antropogénica e irreverente de una vida sin prejuicios de ningún tiempo, signada —fundamentalmente— por la intensidad de una fecunda existencia terrenal (82 abriles…, y muchos más).
Entre otros valores que lo identifican en el ámbito cultural, y fuera de él, habría que destacar —con letras indelebles— la prosa clara y transparente, propia de su inimitable estilo literario y comunicacional.
El laureado autor de Biografía de un cimarrón durante el espacio de tiempo que le dedicara a la investigación etnográfica siguió el método de trabajo de campo establecido por el sabio don Fernando Ortiz (1888-1969), pero con una técnica muy original, y consecuentemente, exploró las raíces de la cubanía y la herencia africana, la cual desempeña una función «clave» en la configuración de la identidad de ese mestizo único e irrepetible, que vive, ama, crea y sueña en la mayor isla de las Antillas, y que es —según el «Tercer Descubridor de Cuba»— genuino resultado del «ajiaco» multiétnico-cultural que nutre la personalidad básica (concepto antropogénico) de la población insular.
En las páginas de ese texto, Miguel Barnet narra anécdotas de seres extravagantes o venerables, quienes —de una u otra forma— han desempeñado una función importante en la vida del poeta, escritor y etnólogo, habanero ciento por ciento, y señala las huellas mnémicas que le han dejado en la mente y en al alma urbes como París, La Habana, Berlín y New York.
Desde otra óptica, se pondera el hecho de conocer y entrevistar a don Esteban Montejo, un exesclavo en tiempos de la colonia, quien a los 104 años de edad, relató su existencia cotidiana en los barracones, y además, explicó —con lujo de detalles— cómo huyó a los montes de la antigua provincia de Las Villas (hoy Villa Clara), para convertirse en cimarrón.
Yo soy la página que escribo no solo reúne las experiencias vivenciadas por el ilustre creador de Canción de Rachel, sino también la vida cultural del archipiélago cubano. No obstante, ese volumen no debe calificarse —en modo alguno— como una autobiografía o un libro de memorias. Por otra parte, las viñetas se distribuyen en varios capítulos: «Cambio de vida», «Retratos» y «¿Quién eres tú Miguel Barnet?».
Por último, habría que señalar que ese texto está inspirado —en parte— en varias entrevistas, así como en pasajes de la etapa infanto-juvenil del autor, incluidas en la novela Oficio de Ángel.
Según el crítico y periodista cultural Pedro de la Hoz, vicepresidente de la UNEAC, Yo soy la página que escribo se balancea, suavemente, «entre el diálogo y la memoria [contexto idóneodonde] se revela Miguel Barnet, el cubano que nació en el barrio [capitalino] de El Vedado, y da vueltas por el mundo, el intelectual y el ciudadano, el poeta y el ser humano».
Visitas: 70
Deja un comentario