Che en la memoria, de los Doctores en Ciencias Adys Cupull y Froilán González, profesores titulares de la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona» de La Habana, es un texto publicado por la boliviana Ediciones La Estaca, y dirigido, fundamentalmente, a los amantes de la vida y la obra del comandante Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967), para evocar el aniversario 58 del alevoso asesinato de que fuera víctima el Guerrillero Heroico.
El volumen es una compilación de tres libros publicados en el territorio nacional y en el exterior, y agotados en Cuba: Recuerdos de familia, Cálida presencia y Che entre nosotros. Sus pretensiones son muy ambiciosas, pues abarcan desde el nacimiento, niñez, adolescencia y juventud del Héroe de la Batalla de Santa Clara, los estudios primarios, secundarios y superiores, que culminaron satisfactoriamente con el título de Doctor en Medicina, los periplos juveniles en compañía del doctor Alberto Granado (1922-2011) por América del Sur, donde el Che pudo diagnosticar in vivo cuál era el agente patógeno que producía (y produce) los males sociales que afectan a Nuestra América: el imperio estadounidense, la afección respiratoria (asma) que padeciera desde que era un «pequeño príncipe», el encuentro con el jurista Fidel Castro Ruz (1926-2016) y la incorporación a la lucha guerrillera en las montañas orientales de la Sierra Maestra, y con posterioridad, en el Escambray villareño, la amistad entrañable que lo unió en vida al comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán (1932-1959), el desempeño ético-profesional en los disímiles cargos que desempeñara durante los primeros años del gobierno revolucionario cubano, la ayuda internacionalista a los pueblos africanos y la formación de la tropa que llevaría la lucha guerrillera a la selva boliviana, donde encontró la muerte en la escuelita pública rural de La Higuera, el descubrimiento de los restos del Che y de los que cayeron con él en Bolivia, y cómo el ejemplo inmarcesible que les dejara a los cubanos y al resto de los revolucionarios del orbe guía los pasos de quienes aman la paz y creen en la posibilidad de un mundo mejor, signado sobre todo por la justicia social.
Todas esas etapas vitales que caracterizaran —a grandes rasgos— la breve, pero fecunda existencia terrenal del invicto médico-guerrillero son descritas «con amor y respeto ternísimo», al decir del Apóstol, por los también escritores, periodistas e investigadores históricos, quienes utilizan un lenguaje claro, directo, sin oropeles ni rebuscamientos lingüísticos; lenguaje que conlleva un mensaje ético-humanista, que va directamente al intelecto y al espíritu del lector, cuyas necesidades cognoscitivas lo acercan a la leyenda revolucionaria y personal escrita por el inolvidable comandante Ernesto Guevara de la Serna, quien —junto a sus compañeros de la guerrilla boliviana— duerme el martiano sueño de los justos en el Memorial erigido a su sagrada memoria en la ciudad de Santa Clara, donde nos sigue convocando a ser mejores revolucionarios y seres humanos, el escalón más elevado al que debe aspirar toda persona de buena sangre y buen corazón.
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