El libro es una liturgia donde Lezama, como «dador», ofrece el poema como sustancia resucitada, performatizando la dádiva. La poesía opera como resurrección imaginaria: transforma el caos en «sobrenaturaleza», transfigura lo cotidiano (cuerpos, paisajes, historia) mediante el verbo y resucita tradiciones en un neobarroco caribeño. Leer más